tag:blogger.com,1999:blog-69142897681339335492024-02-06T21:07:23.670-08:00CassieXimena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-25167429784032469822011-12-23T21:02:00.000-08:002011-12-24T06:05:21.874-08:00Capítulo 9<div style="text-align: center;">-¡¿Estás loca?!</div><div style="text-align: center;">La bala había fallado por poco y había ido a dar a los rieles, produciendo un ruido tan fuerte que había hecho que Cassie tuviera que taparse los oídos. Temblando y con las manos llenas de sudor cayó de rodillas al frío y sucio suelo.</div><div style="text-align: center;">La sombra se acercó a la luz y pudo ver la silueta de David recortada contra la oscuridad, llevaba en la mano derecha una vara metálica, como si fuera una tubería cortada y la pierna de ese mismo lado estaba vendada a la altura del muslo.</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">Al ver a David toda aquella sensación de temor y opresión en el pecho de Cassie se había disipado a una velocidad tal que había hecho que se mareara un poco. Lentamente se puso de pie y, guardando el arma, se cruzó de brazos.</div><div style="text-align: center;">-El loco eres tú... ¿A quién se le ocurre llegar así sin avisar?</div><div style="text-align: center;">David continuó caminando hacia ella, apoyándose en la vara a modo de bastón, eso había era lo que había producido el ruido.</div><div style="text-align: center;">-Por supuesto, esta vara es muy silenciosa-. Soltó David con sarcasmo mientras se acercaba un poco más Cassie.</div><div style="text-align: center;">-¿Cómo rayos iba a reconocerte en esta oscuridad?</div><div style="text-align: center;">-Bah-. Fue lo único que dijo David antes de darle la espalda y llamarla para que lo siguiera.</div><div style="text-align: center;">Cassie observó los rieles con desagrado. Cuantas ratas y cucarachas no habrían pasado por allí... Probablemente en este mismo momento hubiera unas cuantas.</div><div style="text-align: center;">Pero bien, no podía ser peor que andar por la red de alcantarillado.</div><div style="text-align: center;">Tragó saliva y, con un gesto de asco, se apoyó en la plataforma con la mano para dejarse caer a los rieles.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuVjrzj0_-Y_eXnLLFPTwLIV6Ehl_c4HkVy3WBSQfr0XRJ54sYQdhnHVRVlWl7qKMkQmMQbENvwXSJbbbq1a7YHOhwOZtB3rifLWH5MQkigozwNu_tC3c_QGnR9ayjTnBhbkBROdhzeoK7/s1600/glasgow__subway_tunnel_by_basseca-d4708ua.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuVjrzj0_-Y_eXnLLFPTwLIV6Ehl_c4HkVy3WBSQfr0XRJ54sYQdhnHVRVlWl7qKMkQmMQbENvwXSJbbbq1a7YHOhwOZtB3rifLWH5MQkigozwNu_tC3c_QGnR9ayjTnBhbkBROdhzeoK7/s320/glasgow__subway_tunnel_by_basseca-d4708ua.jpg" width="213" /></a></div></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;">David caminaba en silencio, llevaban ya tal vez diez minutos recorriendo el túnel y sólo en ese momento Cassie divisó un punto de luz a lo lejos.</div><div style="text-align: center;">-¿Funcionan todavía los trenes?</div><div style="text-align: center;">-No. Pero hay vagones aún en las vías... Vagones y otras cosas. Pero todas están muertas, así que es seguro estar aquí abajo.</div><div style="text-align: center;">Cass lo miró con el ceño fruncido. El concepto de "seguro" de David no le daba ni una pizca de confianza.<br />
Anduvieron en silencio un rato más. Las vías del metro eran bastante complejas, lo que hizo pensar a Cass que la ciudad en la que se encontraban había sido de gran tamaño en algún momento. Se sorprendió al darse cuenta que comenzaba a preguntarse qué habría fuera de los muros de ladrillo y concreto que se habían alzado. Hacía años que no se preguntaba sobre eso, había decidido que esa parte suya era parte muerta, creía que lo único que le quedaban eran sus investigaciones para tratar de curar a Violeta. Sin embargo el recorrido por aquellas vías había hecho que algo dentro de ella se sacudiera.<br />
Se llevó la mano a los ojos y los frotó con fuerza. No. No podía permitirse el volver a pensar en una vía de escape o tan si quiera en la posibilidad de que el mundo en el exterior estuviera contaminado, lleno aún de ese virus letal. No podía permitirse pensamientos diferentes a curar a Violeta, no podía distraerse. Aquellas esperanzas sólo harían que su objetivo principal se disipara. La tentación de huir de aquella burbuja artificial sería demasiado grande. Amaba demasiado a Violeta como para permitirse tal entretención.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKtxiZljAtm90-Zo_Y6dzPNaxYQERDN_ZDELZ_SEKwyKRDNjyd7M3ZDDKzRB36jBjdYjUeziIrWpjmGl1TyR5GCivC-WsHzivohVMaPjzLess20Dn48gz0j0LQ6tOuvFq-1skM91gKJREy/s1600/promise_by_scheinbar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKtxiZljAtm90-Zo_Y6dzPNaxYQERDN_ZDELZ_SEKwyKRDNjyd7M3ZDDKzRB36jBjdYjUeziIrWpjmGl1TyR5GCivC-WsHzivohVMaPjzLess20Dn48gz0j0LQ6tOuvFq-1skM91gKJREy/s320/promise_by_scheinbar.jpg" width="320" /></a></div><br />
Estaba tan absorta en sus pensamientos que no notó cuando David se detuvo y por poco chocó contra su espalda.<br />
-Serás idiota que te quedas quieto de un momento a otro.<br />
Ni siquiera se tomó el trabajo de prestarle atención. Sólo se limitó a señalar al frente.<br />
Un vagón de metro descarrilado y con las puertas desencajadas se tendía frente a ellos. Dentro, una luz tenue alumbraba un par más de rostros, que escrutaban la oscuridad.<br />
-Somos nosotros.<br />
La luz, ahora dirigida hacia ellos, los dejó ciegos un par de segundos. Luego, se retiró al punto donde se encontraba antes.<br />
Subieron al vagón, no sin dificultades, y se acomodaron en un par de sillas maltrechas.<br />
La luz provenía de una linterna, puesta en precario equilibrio sobre un una de las sillas del vagón. Al parecer las baterías estaban a punto de terminarse y por ello apenas alumbraba.<br />
El vagón estaba en un estado lamentable. Lleno de graffitis y polvo húmedo, lo que causaba manchones negros y pegajosos en casi todas las superficies, además, casi todo el metal parecía estar oxidándose y gran parte del vidrio en ventanas y puertas estaba roto y esparcido por el suelo. Y olían a descomposición.<br />
Sentados frente a David y Cassie, junto a la linterna, se encontraban dos hombre sólo un poco mayores que ellos, sin embargo, su cabello estaba ya plagado de canas. Ambos llevaban guantes de látex, sin embargo, ambos se veían antiguos, incluso si realmente les llevaban sólo algunos años, parecía que aquellos dos hombres fueran de otra época. Se veían antiguos y se parecían tanto que podría decirse que eran hermanos. Con la nariz ganchuda y los ojos pequeños, anchos de hombros, delgados y bastante altos. Lo único que parecía diferenciarlos era que el de la derecha llevaba unas delgadas y gastadas gafas.<br />
-Miguel, Gabriel. Cassandra-. Fue la escueta presentación de Esteban. Ambos hombres asintieron y Cassie se quedó sin saber cuál de los dos era Gabriel y cuál era Miguel.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz_g4QOOb_46JpuloEn-H1wvToJy7vb-NLpbB-YO0iaVYpIqVK2ypu_VV0Y2QIQx_Im0MMw6Ms38JYu7kVZmIpu5CJ784-CT2DyFI18mNf7V-eSnjlFHWMjT3YaXQkqRYPtJXxoYx3bgGw/s1600/Glasses_by_directors_cat.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz_g4QOOb_46JpuloEn-H1wvToJy7vb-NLpbB-YO0iaVYpIqVK2ypu_VV0Y2QIQx_Im0MMw6Ms38JYu7kVZmIpu5CJ784-CT2DyFI18mNf7V-eSnjlFHWMjT3YaXQkqRYPtJXxoYx3bgGw/s320/Glasses_by_directors_cat.jpg" width="211" /></a></div><br />
-David, antes de cualquier otra cosa tenemos que informarte algo-. Habló el hombre de los lentes.<br />
-Miguel, ¿no puede esperar?<br />
-Es urgente.- Dijo el otro. Por lo menos ya sabía cuál era cuál.<br />
-¿Qué es, entonces?- Apremió David.<br />
-Encontramos otras muertas.<br />
-¿Otras qué?<br />
Los tres hombres habían volteado a observar a Cass. No había podido reprimir su pregunta. Sin embargo, no le prestaron demasiada atención.<br />
-Cada vez hay más, creo que se están acercando. Si logran controlarlo, va a ser imposible cualquier movimiento a partir de eso-. De nuevo Miguel.<br />
-Sabes que es peligroso. Tenemos que hacer algo-. Parecía que ambos se turnaban para hablar. Era tan preciso que los diálogos parecían ensayados.<br />
Cass carraspeó. Los tres la miraron una vez más.<br />
-Si pretenden que les diga a algo, creo que sería correcto que me informaran de qué trata la conversación.<br />
El hombre de las gafas alzó los ojos sin mover la cabeza, como con escepticismo.<br />
-La que pone las condiciones aquí no eres tú, ¿es preciso que te lo recuerde?- David la miró, evidentemente enfadado.<br />
-Da lo mismo. El tema refiere a eso a fin de cuentas-. Gabriel había detenido el comienzo de la pataleta de David, que se limitó a cerrar los ojos con fuerza y descansar la cabeza contra la sucia pared. Se hacía obvio que no pretendía hablar, así que fue Miguel quien tomó la palabra.<br />
-Ratas.<br />
-¿Ratas? Las ratas mueren y hay montones de ellas. ¿Se están preocupando por una rata muerta?- El tono de la muchacha era casi burlón.<br />
-Bueno, nosotros tampoco nos preocupamos mucho al principio,- continuó Gabriel,- pero la cantidad de ratas muertas en el subterráneo era cada vez mayor y el hecho de que apareciesen todas en el mismo punto lo hacía aún más sospechoso.<br />
-Además de esto.- Miguel tomó una bolsa de papel del suelo y vertió su contenido en el suelo frente a Cassie. Tres cuerpos inertes de rata cayeron frente a ella, uno tras otro, aunque sin suficiente fuerza para salpicarle los zapatos.<br />
Gabriel tomó la linterna y la apuntó hacia los animales. Cass se llevó las manos a la boca con preocupación, al comprender la magnitud del problema.<br />
Los cuerpos de las ratas estaban prácticamente destrozados, como si se hubiesen estado peleando mientras morían, una de ellas ni siquiera tenía cola. retazos de carne ensangrentada, todavía con algunos cabellos adherida a ella colgaba de la boca de las tres ratas y las respectivas partes sin piel se dibujaban sobre el cuerpo de los animales. Una de ellas llevaba uno de sus propios dedos encajado en sus dientes.<br />
Cassie ya había visto ratas muertas de esa forma, reconocía las heridas y sabía que se las habían hecho tanto a sí mismas como entre ellas. Cass había visto morir a muchas ratas de la misma manera en su laboratorio. La única diferencia era que ella las incineraba y luego echaba sus cenizas esparcidas en alguna caneca de basura del refugio.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQDuTGZPnNDaN48GUzqpAQxc3FRaFhx9yLK9Jzv5M_J3D-VK8v5jWhnC-tt2jzMZDpx4e5cMYULoyvaEUpXx7NHiHY_jstL0i-PfYOBjcGE6rD6tu34usL1094257xzyYZfkhqRDRp8_j9/s1600/mutant_zombie_rat_by_warnerator-d3dsoru.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="196" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQDuTGZPnNDaN48GUzqpAQxc3FRaFhx9yLK9Jzv5M_J3D-VK8v5jWhnC-tt2jzMZDpx4e5cMYULoyvaEUpXx7NHiHY_jstL0i-PfYOBjcGE6rD6tu34usL1094257xzyYZfkhqRDRp8_j9/s320/mutant_zombie_rat_by_warnerator-d3dsoru.jpg" width="320" /></a></div><br />
-Eso es... Eso es...- Las palabras no lograban formarse en su garganta.<br />
-El virus.- Fue David quién terminó la frase. Luego se giró hacia ella y la tomó por los hombros con fuerza, casi le hacía daño.- ¿Tienes algo que ver con esto?<br />
-¿Serás tonto? Suéltame, me haces daño-. La muchacha se sacudía con fuerza, tratando de zafarse de los dedos de David. Sin embargo el apretón era demasiado fuerte.- Suéltame, imbécil. Yo incinero las mías, no soy tan descuidada de echarlas por ahí.<br />
-Eso no es lo que nos preocupa. ¿Le has dado a alguien una muestra de la sangre de Violeta? Estás ayudando al gobierno, ¿no es así?<br />
-Que no, idiota. Suéltame de una vez. Hubiese perdido a Violeta. ¡Que me sueltes, ya te dije!<br />
Las últimas palabras de Cassie resonaron en los túneles de forma lúgubre. Un estremecimiento recorrió su cuerpo y dejó de forcejear. De igual forma, Dave la soltó también.<br />
Se llevó las manos al lugar en el que David la había estado sosteniendo y lo miró con furia.<br />
-Eres un completo imbécil. ¿No ves que escondo a Violeta por una razón?<br />
Él se frotó la sien y dejó escapar un suspiro de frustración.<br />
Miguel metió las ratas una vez más a la bolsa y observó a Cassie.<br />
-Parecen lanzarlas desde una entrada del metro. Pero no hemos podido abrirla, está cerrada con cadenas, aparentemente.<br />
-¿Por qué no la ubican entonces en un mapa, la buscan en la superficie y dejan de entrometerse en mis asuntos?- Les espetó.<br />
-Si fuera así de fácil ni siquiera hubiese tenido que preguntarte algo. Sencillamente encontrábamos el asunto y ya está. Pero da a las instalaciones del gobierno. No podemos entrar así como así.- La voz de David sonaba un poco más calmada, incluso amigable, como si al escuchar que Cassie no era la responsable de aquello, un gran peso se le hubiese levantado del pecho.<br />
-Si no tienes nada que ver, quiere decir que ellos, o alguien con acceso a sus laboratorios, está jugando con El Virus y que dispone de suficiente para jugar un buen rato con las ratas.- Miguel tomó las gafas entre sus dedos y las limpió con un pañuelo raído. No habían mejorado mucho, pero se las puso una vez más.<br />
-¿Quieres decir que está buscando una cura?<br />
-Una cura o una forma de hacerlo más letal.- Era el turno de Gabriel.<br />
-¿De hacerlo más letal?- El miedo dio paso al enojo en el rostro de Cass y también en su voz.- ¿Más letal y ustedes toman las ratas con bolsas de papel y las van lanzando por ahí?- Se llevó el brazo a la nariz, para que la manga del abrigo filtrara el aire que respiraba. No sería completamente útil, pero por lo menos era algo.- ¡Por lo que sabemos, o sea nada, podría estarse esparciendo vía aérea ahora mismo!<br />
Los tres hombres se miraron y se encogieron de hombros.<br />
-No creo que las lanzaran aquí si así fuera-. Afirmó Miguel.<br />
-Es cierto, aquella entrada por la que arrojan las ratas no es hermética, así que podría filtrarse. Supongo que al menos eso lo habrán tenido en cuenta-. Continuó Gabriel.<br />
Recelosa aún, Cass bajó su brazo y los observó con fijeza. Daba lo mismo, ya había estado expuesta.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0sGHltbVi2CGq-qxuwtnFM4ucDSFynEU0EuwxLekR2i3fBtWnquOVORwXM5hlDr3UpEtJa6lzs1VYhv3xArclsk-6X-T4OnnIhyphenhyphen6lU9M3E28UwLpyK1ob9ggL2Ej3n8dWW41RsAkOmck1/s1600/Gossip_Kills_by_Shes_Got_A_Deathwish.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0sGHltbVi2CGq-qxuwtnFM4ucDSFynEU0EuwxLekR2i3fBtWnquOVORwXM5hlDr3UpEtJa6lzs1VYhv3xArclsk-6X-T4OnnIhyphenhyphen6lU9M3E28UwLpyK1ob9ggL2Ej3n8dWW41RsAkOmck1/s320/Gossip_Kills_by_Shes_Got_A_Deathwish.jpg" width="320" /></a></div><br />
-En resumen, quieren que yo busque el origen de las ratas muertas-. Afirmó más que preguntó la muchacha.<br />
-No precisamente, Cass-. Esta vez, David se dirigía hacia ella casi con pesar.<br />
-Si bien es cierto lo que afirmas-, comenzó Miguel,- no es sólo eso lo que necesitamos.<br />
Cassie les dirigió una mirada inquisitiva.<br />
-Si lo que suponemos es cierto-, continuó Gabriel,- entonces tenemos que cambiar la estrategia en la que nos estamos moviendo.<br />
Ambos hombres observaron a David, quien tomó aire y miró a la muchacha con fijeza.<br />
-Cassie... Si las cosas están así, no podemos seguir entrando a hacer revueltas y a hacer distracciones, payasadas. Alguna de esas acciones podría terminar en la liberación accidental del Virus y se repetiría la historia-. Dave hizo una pausa y cerró los ojos.- No podemos quedarnos atrás. Necesitamos desarrollar una cura-. Cass lo observó un momento, tratando de llevar correctamente todas las palabras que iban saliendo de la boca de aquel antiguo amigo a su cabeza, tratando de dimensionar todo su significado.- Necesitamos a alguien que esté trabajando desde adentro, que nos informe de lo que sucede y que descubra el origen de las ratas... Pero también necesitamos que aceleres la creación de un antídoto. Debes hacer las pruebas que sean necesarias, todo lo que esté a tu alcance y lo que no.<br />
-¿Quiere decir que van a ayudarme con mi investigación y cumplirán lo que les pida sin rechistar?<br />
Dave abrió los ojos una vez más y los clavó en Cassie.<br />
-Todo lo que te haga falta.</div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-64321436598066105042011-06-26T18:51:00.000-07:002011-06-28T20:44:50.288-07:00Capítulo 8: Dios, parte I<div style="text-align: center; "><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibx_1BXGh98LiAMeASRb8r4YABduk-_K0sLiA2freJtwQihheFH0xsS0HHSQR7yGD7hCEfTPamyc0ublAnjPQOMhXhVd_Epqtv-p63175_vhcC6mZapd197hW3_Ht8b3r28MAi_ej-qCgQ/s1600/eternal_prayer_by_silentfuneral-d340noc.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibx_1BXGh98LiAMeASRb8r4YABduk-_K0sLiA2freJtwQihheFH0xsS0HHSQR7yGD7hCEfTPamyc0ublAnjPQOMhXhVd_Epqtv-p63175_vhcC6mZapd197hW3_Ht8b3r28MAi_ej-qCgQ/s320/eternal_prayer_by_silentfuneral-d340noc.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5622540661667904466" style="display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 258px; height: 320px; " /></a>El cuarto producía la misma sensación que el cielo gris en el exterior. La tormenta aún no comenzaba, pero estaba próxima y quedaba más de la mitad de la noche para escuchar al viento aullar y a las goteras caer dentro del balde junto a la puerta.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Había una sola cama y el pequeño estaba acurrucado temblando a pesar de estar bajo una manta raída. Cass miraba por la ventana sin poder lograr reunir el cansancio o el sueño suficiente para echarse también a la cama y dormir. No se atrevía a quitarse la peluca ni los lentes de contacto, daba igual si era sólo un chiquillo, quien sabe que rayos podría saber o a quien podría conocer.</div><div style="text-align: center; ">Se dejó caer al suelo, deslizándose por la pared y se frotó la cara con ambas manos. No entendía del todo por qué había dejado que el niño la acompañara.</div><div style="text-align: center; ">Un trueno retumbó y la lluvia se decidió a caer, un rayo iluminó la habitación, de nuevo, el trueno. El pequeño (a quien ni siquiera había preguntado su nombre) se sobresaltó y abrió los ojos. Se sentó mirando hacia afuera y como las gotas empapaban el exterior con rapidez.</div><div style="text-align: center; ">-La lluvia nos limpia.</div><div style="text-align: center; ">Cassie alzó el rostro para asegurarse que quien había hablado sí había sido el pequeño.</div><div style="text-align: center; ">-¿Cómo?- Preguntó observándolo de reojo.</div><div style="text-align: center; ">-Que la lluvia nos limpia. Lava lo que hemos hecho mal. Así llegamos más limpios al Cielo.</div><div style="text-align: center; ">Cassandra se echó a reír.</div><div style="text-align: center; ">-Tonterías. Dios no existe. Y si existe se ha ido de vacaciones a otro mundo. Ha decidido que un lugar como este no vale la pena cuidarlo.</div><div style="text-align: center; ">El pequeño la miró, molesto.</div><div style="text-align: center; ">-Eso no es cierto. Dios existe. Dios está entre nosotros. Dios nos mantiene con vida.</div><div style="text-align: center; ">-¿Con vida? ¡¿Esto es vivir?! Todos los días me despierto sin desearlo. Cada noche es una tortura porque, al irme a dormir, sé que despertaré para ver más gris, más muerte, más lágrimas, más dolor y más y más. ¿Vivir? No niño, uno en este mundo no vive, sobrevive.</div><div style="text-align: center; ">Él le lanzó una mirada indescifrable y luego se echó de nuevo sobre la cama, con las manos y los pies muy abiertos y extendidos sin decir nada.</div><div style="text-align: center; ">Eso era todo lo que podía soportar por el día. Apagó la luz y se echó junto al pequeño, que ocupaba gran parte de la cama en la posición en la que estaba. No lo movió ni se arropó, sólo se quedó allí, mirando la pared, escuchándolo a él respirar, pensando en un ser que los había abandonado hacía ya mucho.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><i>"La lluvia nos limpia. El agua lava nuestros pecados. No iremos a ningún lugar mientras el fuego que nos lacera la piel no sea extinguido por la lluvia. Será nuestro hogar el limbo mientras no decidamos deshacernos bajo las gotas de sal."<br /></i></div><div style="text-align: center; "><i><br /></i></div><div style="text-align: center; "><i><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj120M6sz_0Lya8IkKhYc6taRI7y2ClsEj4eAWCiqkjMUh5zHYGGr9QJClLDM3PKQSotjnvdS67oITvXtVlSFe514_QUECnDCFyWutx4ymGdmgG9l6fcewbO2eQC2OREEvXiA8jFt7GcsNd/s320/pray_harder_vers_32_by_t_o_n_e-d3937x0.jpg" /></i></div><div style="text-align: center; "><i><br /></i></div><div style="text-align: center; ">Se despertó sobresaltada, afuera la mañana apenas comenzaba y unos pequeños rayos de sol se colaban por entre las mugrientas cortinas de la habitación.</div><div style="text-align: center; ">Tocaban su puerta con una insistencia insoportable. Se puso de pie con esfuerzo, como si la cabeza se le fuese a caer; le daba vueltas, se sentía hecha un desastre.</div><div style="text-align: center; ">Antes de abrir se miró al espejo para acomodarse cualquier cosa que se le pudiese haber desacomodado del disfraz durante la noche.</div><div style="text-align: center; ">Los golpes persistían y pudo escuchar que decían algo, pero no entendía.</div><div style="text-align: center; ">Abrió de mala gana y se recostó en el marco de la puerta. Un hombre de aspecto despeinado y descuidado la observaba. Llevaba un jean roto y una camiseta sucia metida a medias dentro del pantalón, que se sostenía por un cordón y no una correa.</div><div style="text-align: center; ">-Vamos, pelirroja. Ya pasaste la noche, es hora de que te marches.</div><div style="text-align: center; ">Cassie lo miró con desagrado, le producían asco tanto su forma de vestir como su aliento nauseabundo y sus dientes amarillos.</div><div style="text-align: center; ">No le respondió, se limitó a darle la espalda y a observar la cama, que estaba vacía. Se preguntó a donde había ido el niño, pero no le preocupó realmente. Tal vez había corrido con la suerte de que el niño entendiera que a ella no le importaba.</div><div style="text-align: center; ">Salió de la habitación aún sin decir nada y esperó a salir para leer el papel que le había entregado David.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">...</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">No era cierto, no podía ser cierto.</div><div style="text-align: center; ">Estuvo todo el día rondando por ahí, tratando de conseguir contáctos sin éxito y ahora... Ahora se topaba con esto.</div><div style="text-align: center; ">¿Quién rayos podía entrar ahí con ganas?</div><div style="text-align: center; ">El agujero estaba cubierto por tablas y escombros y parecía que el techo estuviera a punto de caerse. No tenía idea como iba a abrirse paso hacia dentro, la dirección tenía que estar mal.</div><div style="text-align: center; ">Observaba la entrada al subterráneo con desagrado. Había de esas por toda la ciudad, pero todas estaban selladas, descuidadas. Cuando había llegado al Refugio, que anteriormente había sido una ciudad bastante grande, las entradas al subterráneo ya estaban selladas y no quería ni imaginarse lo que pudiera haber allí dentro. Tal vez hasta quedarían retazos de la enfermedad. ¿Acaso David quería matarla? Le pareció poco probable, pero aún así la posibilidad estaba.</div><div style="text-align: center; ">De igual forma, esa entrada al subterráneo estaba metida casi en el corazón de los barrios malos y parecía que alguien había removido un poco los escombros para dejar un pequeño agujero por el cual había que entrar gateando.</div><div style="text-align: center; ">-Dios... David, tienes que estar bromeando...</div><div style="text-align: center; ">Se agachó para me ter la cabeza por el agujero. Dentro estaba oscuro, sin embargo le pareció ver una luz a lo lejos, tal vez eran sus ojos jugando con ella.</div><div style="text-align: center; ">Tragó saliva y entró con los ojos bien abiertos.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLoS9w4lFcH_DqqhVyVDoBAEqzb9C7Rk94OSrFyvlgifGJueqZOkk_X8ZBkfYqHFYxUBhLbTtpDdi1YPc2HwMo11jzswtOCzQqlc04CkXJq5YYQ06_WUuBLFsBAMfNq91DS26pTNTtlQ2A/s320/pillars_by_mkelly4-d3crbvi.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Una vez que estuvo dentro por completo pudo ponerse de pie. Lo que había visto era cierto, sí había una luz a lo lejos. Comenzó a caminar hacia ella.</div><div style="text-align: center; ">Las paredes a su alrededor estaban hechas de baldosa fría y pintura descascarada. A medida que avanzaba las iba viendo con más claridad. La fuente de luz estaba a la vuelta de una esquina, aunque no se atrevía a llegar hasta allí aún, así que iba lentamente, observando todo. Como el piso estaba lleno de mugre, de polvo, de chicles viejos y pedazos de vidrios rotos y como las paredes iban dejando paso a otro par de corredores, posiblemente usados alguna vez para dirigirse a las diferentes líneas del subterráneo.</div><div style="text-align: center; ">Si los túneles no estaban tapados, el laberinto podía conectar toda la ciudad, incluso las partes que se habían quedado fuera de las paredes de contención. Cassie se mordió los labios, estaba nerviosa, pero veía los pasadizos como una forma más simple de moverse por la ciudad. Aunque le preocupaba como iba a hacer para salir de allí si algo terminaba mal.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Llegó casi al final del pasillo y, haciendo acopio de todas su fuerzas, giró en la esquina hacia la fuente de luz mientras sostenía entre sus dedos la pequeña pistola que nunca dejaba lejos de ella.</div><div style="text-align: center; ">Para su sorpresa, estaba vacío. Había una triste lámpara de neón blanco que titilaba a medio colgar del techo a la derecha.</div><div style="text-align: center; ">Se encontraba en una plataforma del subterráneo y hacía un calor insufrible, le era difícil respirar, el aire estaba viciado, lleno de suciedad y de un olor dulzón que se parecía al de materia orgánica en estado de descomposición.</div><div style="text-align: center; ">A su izquierda había unas escaleras a las que no se podía acceder, pues estaban tapadas por una reja de hierro, y más al fondo se extendía el túnel por el que debió de haber transitado el tren del subterráneo alguna vez.</div><div style="text-align: center; ">A la derecha estaba la lámpara solitaria que ni siquiera se mecía por la falta de algo que la impulsara. Había algunas sillas de madera a medio deshacer, llenas de nombres en marcador. Sobre ellas un mapa, casi entero, de las siete líneas que tenía el subterráneo. Y a su lado un graffiti rojo que decía: "Dios se ha marchado".</div><div style="text-align: center; ">Cassie bajó la mirada recordando la conversación de la noche anterior. Sí. Dios se ha marchado.</div><div style="text-align: center; ">Más allá no había nada, sólo paredes manchadas y charcos de agua en el suelo, además del túnel del tren.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjeZTFr8NcmTp_gky9GrL7Gbv24zu1TkNF8jP92O3EWHMGZ7MJ1wn9Y0HnlTAEzIVcuu6HdOJV5EO66ksHZPLWIn91wWfDgdX9HMP3igfP1_hjfWZHIX7pJ3KasKI7uU5BBPm-doygRqRq8/s320/Underground_by_Ssaash.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Todo parecía vacío.</div><div style="text-align: center; ">Preocupada, se preguntó si debió de haber entrado allí alguna vez. Tenía que regresar.</div><div style="text-align: center; ">Y se disponía hacerlo cuando comenzó a escuchar un sonido metálico, como de una vara de metal golpeando contra otra. Venía del lado derecho.</div><div style="text-align: center; ">Lentamente alzó la pistola apuntando hacia la boca del túnel. No pasó nada, sólo que el ruido se hacía cada vez más fuerte, como si se acercara.</div><div style="text-align: center; ">Le sudaban las manos y la cabeza, pero no era por el calor, era un sudor frío que la hacía estremecerse, su cabeza daba vueltas, le era sumamente complicado respirar y mantenerse en pie. Apretó el índice contra el gatillo y comenzó a temblar, el sonido era insufrible, iba a reventarle los tímpanos. Por Dios, que alguien la librara de esa agonía. El sonido hacía eco y se colaba por todos los poros de su piel, era terrible. La cabeza le martilleaba, podía sentir lo que fuera que se acercara cada vez más fuerte.</div><div style="text-align: center; ">Cuando pensaba que no podría resistir más el ruido cesó de repente.</div><div style="text-align: center; ">Cassie se quedó allí, estática, con el arma aún apuntando, con nubes de luces moradas en los ojos que no la dejaban enfocar y con los pies temblorosos. Un repentino temor de que alguien la tomara desprevenida por la espalda se apoderó de ella. Pero no se atrevía a voltear.</div><div style="text-align: center; ">Luego de un par de segundos en silencio total que parecieron mil años, recobró el movimiento de sus piernas y comenzó a caminar lentamente hacia el borde de la plataforma. Se preguntaba si los rieles aún estarían electrificados y cuanto tardaría en morir si caía dentro.</div><div style="text-align: center; ">Una silueta se asomó al borde del túnel lentamente, caminaba arrastrando uno de los pies y llevaba algo agarrado con la mano derecha, tal vez una vara de metal. Aquello era lo que producía el ruido.</div><div style="text-align: center; ">Instintivamente, Cassie jaló el gatillo.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuV8duINxsBttQI5vC_75yslmzMKBxROkc4W-jIOT5AZV4B0qddHV4XPD3zN35T5V1T3s_w1WpEgJanx9g8HCvF2sDVy4A5znR8h3tnOQuSoKZvPaZVSSTvmtVBDAMigEHjHYSkMdah-mb/s320/The_Shadow_by_moth_eatn.jpg" /></div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-59475063729699734552010-12-28T15:36:00.000-08:002011-01-02T18:57:27.324-08:00Capítulo 7: El niño<div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWVKvOvVSLDe51ostrCUDcjeooCgADuWkzz7Pwn_D5lpmjbKWCvv098vlpekK4hQwvgU1nmLd87H7jf4Sz9gAoTtAg-0cG7fvDAUiCU4q1tcb6Vekw6EmyDngEuzGe03eqv9gE_8VQPnyE/s1600/madness__in_a_jar__by_emeraldiris.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 214px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWVKvOvVSLDe51ostrCUDcjeooCgADuWkzz7Pwn_D5lpmjbKWCvv098vlpekK4hQwvgU1nmLd87H7jf4Sz9gAoTtAg-0cG7fvDAUiCU4q1tcb6Vekw6EmyDngEuzGe03eqv9gE_8VQPnyE/s320/madness__in_a_jar__by_emeraldiris.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5556687160957771282" /></a></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: center; ">David no le había hecho llegar ningún mensaje y ella no pensaba en ningún momento comenzar a buscarlo por su cuenta. Era mejor para ella mantenerse alejada de La Resistencia y de todo lo que pudiera causarle problemas con el Gobierno.</div><div style="text-align: center; ">Para fortuna suya, muchos empleados habían huido despavoridos del edificio con la diversión de David y Rebecca, por lo que ella bien podía anotarse en esa lista y salvarse de un tedioso interrogatorio por no haber llegado al punto de encuentro.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Revisó la máscara anestésica una vez más antes de salir, hacerlo era una especie de tic, siempre tuvo miedo de que fallara. Nunca comprendió muy bien por que razón no se había contagiado cuando ató a Violeta en el cuarto de Andrés, pero jamás quiso arriesgarse demasiado a averiguarlo.</div><div style="text-align: center; ">Entró al baño un momento para lavarse las manos. Se acomodó bien la peluca de un rojo brillante y los lentes de contacto verdes. Se puso unas gafas de sol y una chaqueta corta de cuero, negra.</div><div style="text-align: center; ">Ya había pasado suficiente tiempo desde el incidente en el lugar de trabajo, debía comenzar de nuevo con sus actividades y buscar proveedores, lo que no era sencillo. Se reprochaba por como había terminado el último. Pero suponía que se lo merecía. Ella no iba a dejar que nadie la engañara.</div><div style="text-align: center; ">Salió de la casa poco antes del anochecer y para cuando llegó a los barrios bajos había oscurecido casi por completo. No planeaba regresar a casa a pasar la noche, así que no iba a tener problemas buscando un sitio antes del toque de queda.</div><div style="text-align: center; ">Los bares de esos barrios estaban abiertos casi todo el tiempo y a la mayoría del Gobierno le importaban una miseria. Odiaba esos lugares, pero eran un buen lugar para buscar intercambios y estaría a salvo.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">El bar era detestable, pero era un buen lugar para buscar ventas ilegales.</div><div style="text-align: center; ">Casi todo estaba oculto en una oscuridad que parecía no verse interrumpida por la luz azul que pretendía dar algo de visibilidad pero que sólo lograba marearla. Los rostros de la gente no podían ser identificados con facilidad, las facciones quedaban ocultas y distorsionadas por las sombras que se creaban en el cruce y la intermitencia de las luces rojas y azules.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUtoXtgBIIphmfoJ2lPIOUyGoekxA8xfuDehUZyWVWzOYXb3zqkctznCd2K2GagRnppMbKffLI-wxxR3V1AdH_iv97PwkeLwFIaIf3byfe7ieChdjnQtjn-Ng99_O7dOZegCA10bFMMd2v/s320/Peach_liquour_by_boatwoman.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Se sentó en la barra y pidió un licor suave, no le convenía perder absolutamente nada de sus sentidos en ese lugar. Se cruzó de piernas y comenzó a observar a todo lugar.</div><div style="text-align: center; ">Sabía reconocer a quienes tenían algo que necesitara. Casi siempre en las esquinas, con un trago en la mano, como ella, pero sin beber nada, observando potenciales compradores.</div><div style="text-align: center; ">Algunos vendían drogas, otros medicinas, que eran bastante caras y restringidas. Algunos vendían pases falsos para el toque de queda y otros más vendían los químicos necesarios para fabricar las medicinas, esos eran los que necesitaba.</div><div style="text-align: center; ">Tomó un poco de su vaso y recogió los labios. El sabor era espantoso. Definitivamente detestaba esos lugares.</div><div style="text-align: center; ">-¿Buscas compañía, cariño?</div><div style="text-align: center; ">Cassie volteó la cabeza con desdén y dejó escapar una sonrisa al ver quien estaba a su lado.</div><div style="text-align: center; ">-No, <i>cariño,</i> pero tú si podrías servirme de algo.</div><div style="text-align: center; ">David hizo una mueca inexacta al reconocer la voz de su interlocutora y Cassandra rió.</div><div style="text-align: center; ">-Oh, así que eres tú. No deberías estar aquí.</div><div style="text-align: center; ">-Estoy donde me plazca, <i>cariño.</i></div><div style="text-align: center; ">-Por favor deja de molestar.</div><div style="text-align: center; ">Gruñó él en voz baja. Ella rió de nuevo.</div><div style="text-align: center; ">-Si Becca te ve aquí, nos va a ir mal a ambos.</div><div style="text-align: center; ">-Oh, ¿qué le dijiste a tu novia? ¿Qué te golpeé y salí corriendo?</div><div style="text-align: center; ">-No seas idiota. Le dije que te amenacé y que ahora sirves como informante. No se la tragó entera, pero contigo ya lejos, no podía hacer nada. Ahora, si nos ve aquí, nos va a hacer un interrogatorio insufrible.</div><div style="text-align: center; ">Cass lo meditó por un momento.</div><div style="text-align: center; ">-No deberías preocuparte, si tú no me reconociste, está bien, ella tampoco va a hacerlo.</div><div style="text-align: center; ">David se quedó en silencio por un momento y asintió.</div><div style="text-align: center; ">-Está bien, supongo-, hizo una pausa y la miró ahora con seriedad, -de cualquier forma ya era hora de hablar contigo sobre nuestro acuerdo.</div><div style="text-align: center; ">Cassie sacudió la cabeza y lo miró con fijeza. Torció la boca hacia un lado y gruñó.</div><div style="text-align: center; ">-No seas idiota, este no es el lugar ni el momento.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXHuYe7XJhBgmMgROh_90pMsdrDHYPIuXPDxhiFYlfbkyhjk_GOlYhpslW2HXPx_b4G5xVI8nbThlHl3bSx8daDjVj43tbAMX6O1PW7z3J1tPvdKpudBasLqgf8NyYWEDxoPtdedaGs312/s320/the_bar_by_Boo_the_hamster.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">David alzó una ceja.</div><div style="text-align: center; ">-Discúlpame pequeña pero, dado lo que sucedió, el que manda aquí soy yo.</div><div style="text-align: center; ">Cassie apretó los puños y pudo ver como una pequeña sonrisa curvaba las comisuras de los labios de su viejo amigo. Apretó las uñas con fuerza contra sus palmas. No importaba lo que dijera, David era dueño de las condiciones, y aunque ella podía delatarlo iba a verse envuelta en un problema explicando como había descubierto todo y como la habían dejado libre.</div><div style="text-align: center; ">-Aún así, lo que dices tiene sentido...- La voz de Dave interrumpió el hilo de sus pensamientos y Cass se hizo consciente de haber aplicado demasiada fuerza al cerrar los puños, relajó sus manos y dejó escapar el aire contenido en sus pulmones.- Por ahora voy a irme, te dejo esta dirección.</div><div style="text-align: center; ">Él buscó algo en uno de los numerosos bolsillos de su pantalón y le entregó un papel arrugado. Ella lo recibió de mala gana y lo guardó sin leerlo.</div><div style="text-align: center; ">-Mañana, en la dirección que está ahí anotada, a esta hora más o menos.</div><div style="text-align: center; ">Cass asintió sin mirarlo, aún estaba perdida en su sensación de impotencia, no le gustaba no tener el control de la situación.</div><div style="text-align: center; ">Dave la miró de soslayo antes de ponerse en pie para irse. El ruido de la silla al moverse contra el rugoso suelo hizo que Cassie recordara lo que había ido a hacer allí en un primer lugar.</div><div style="text-align: center; ">-David, espera.</div><div style="text-align: center; ">Él, que ya le había dado la espalda, volteó una vez más y la miró. Su expresión era una mezcla bastante extraña de pensamientos y ella se sintió incómoda. Sin embargo lo miró también, vaciando su expresión de cualquier tipo de pensamiento.</div><div style="text-align: center; ">-Necesitaba pedirte algo.</div><div style="text-align: center; ">-Dime.</div><div style="text-align: center; ">Él se sentó de nuevo y apoyó el codo en la barra y la cabeza sobre la mano, como si no quisiera escucharla realmente.</div><div style="text-align: center; ">El orgullo estuvo a punto de hacer que Cass lo mandara al carajo y buscara proveedores por sí misma, pero el orgullo no podía hacerse presente en ese momento, era una oportunidad perfecta, si él le ayudaba a conseguir químicos no tendría que vérselas con nuevas personas, no tendría que arriesgarse. Así que se tragó el orgullo y le sostuvo la mirada, aunque esta vez dejó que algo de su enojo se le escapara en la forma de observarlo.</div><div style="text-align: center; ">-Necesito químicos para seguir con lo que hago.</div><div style="text-align: center; ">Las palabras salieron atropelladas, como si las hubiera escupido.</div><div style="text-align: center; ">Él se quedó en silencio y se enderezó en la silla.</div><div style="text-align: center; ">-Muy bien... Yo puedo ayudarte con eso... Pero no voy a dártelos hasta que me cuentes que haces.</div><div style="text-align: center; ">Cassie apretó los labios y entrecerró los ojos.</div><div style="text-align: center; ">-Los necesito rápido.</div><div style="text-align: center; ">-Entonces te recomiendo que no se te ocurra no ir mañana. Allá hablaremos de eso.</div><div style="text-align: center; ">-Bien.</div><div style="text-align: center; ">Él se puso de pie, pero antes de que pudiera decir algo más, ella ya se había levantado y llevaba recorrido medio camino hacia la salida del bar.</div><div style="text-align: center; ">Él se la quedó mirando y pateó la silla con suavidad, haciéndola tambalear. Luego se dio la vuelta y comenzó a buscar una chica con la que pasar la noche.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Las calles aún no estaban vacías por completo, faltaba para que sonara el toque de queda y los oficiales no rondaban el lugar.</div><div style="text-align: center; ">Se apoyó contra una pared y dejó escapar un suspiro. El aire estaba frío y el vaho se arremolinó en la noche.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5qLHWsD3v7OPFZK-Ir6J5Q-b0THTP2toGgMYQUjtI8Y_A8HgeSVhgGtzLRx-4FxCNLWAaSQ6-grZ_1iEE4KT7GOTVCHe3DPgA2U1OqLsIU-Tm3c0pQpiUqXg9m61_IqTophJ-eSdj7PGg/s320/alone_by_je_suisUnique.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Las cosas jamás tendrían que haber llegado al punto en el que se encontraban. Ella dependía de alguien en el momento y eso era lo que la tenía furiosa.</div><div style="text-align: center; ">Una pareja pasó cerca a ella, la muchacha tenía un aspecto casi tan descuidado como el que Cass había visto en Rebecca, sólo que el color del cabello de la chica era de un púrpura oscuro. El chico, por su parte, llevaba unos pantalones raídos y un montón de cadenas colgándole de los bolsillos, lo que hacía que tintineara al caminar. Ambos andaban como en un sueño y sonreían tontamente; Cassie supuso que se habían drogado.</div><div style="text-align: center; ">Reanudó la caminata buscando un lugar en el que pasar la noche, estaba segura que cerca habría un edificio que prestaba habitaciones a modo de hotel. Sólo eran para pasar una noche y no tenían servicio de absolutamente nada. Por supuesto aquello de "viajar" ya no era posible, y tener un hotel era completamente inútil.</div><div style="text-align: center; ">Se cruzó con la pareja y el muchacho se tambaleó peligrosamente a su lado. La chica lo tomó del brazo justo antes de que éste chocara con Cassie, ambos rieron. Cass ni siquiera se dignó a mirarlos, sólo pensó en ellos con repugnancia.</div><div style="text-align: center; ">Faltaba poco para llegar al edificio y caminaba con lentitud, sus pasos eran pesados y sonoros.</div><div style="text-align: center; ">Volteó una esquina hacia un callejón para cortar camino, un grito sofocado hizo que alzara la cabeza del piso. Había sido descuidada al andar sin prestar atención por esas calles.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">En medio del callejón, no muy lejos de ella habían dos figuras de pie.</div><div style="text-align: center; ">-Entrégame el dinero que lleves encima.</div><div style="text-align: center; ">Cass no se movió ni un centímetro al escuchar la voz del hombre, sólo se le quedó mirando. Era más bien bajito y tenía la chaqueta sucia y desgarrada, los zapatos parecían a punto de caerse a pedazos y el pelo era como un nido.</div><div style="text-align: center; ">-Te he dicho que me entregues el dinero.</div><div style="text-align: center; ">De nuevo, Cass no respondió. El hombre se acercó un poco a ella y obligó a la otra figura a moverse con él. Cassie pudo verlos mejor.</div><div style="text-align: center; ">La figura pequeña era un niño y el hombre lo sujetaba con una mano, tapándole la boca y obligándolo a mantenerse frente a él. El niño temblaba y tenía los ojos llorosos. Sus pequeñas manitas trataban de soltarse del agarre del hombre, pero no tenía la fuerza suficiente y algo hacía que no las moviera con el ímpetu con el que podría.</div><div style="text-align: center; ">El pequeño tendría tal vez unos nueve o diez años y se veía bastante delgado, como si no comiera lo suficiente, era bastante pálido y parecía enfermo. Lágrimas corrían por sus mejillas y limpiaban algo de la suciedad de su rostro. Todo en él indicaba que no tenía la fuerza suficiente para aguantar mucho más ahí antes de desmayarse, pero sus ojos castaños brillaban con la voluntad de vivir que sólo puede entregar el miedo.</div><div style="text-align: center; ">-No voy a entregarte nada.</div><div style="text-align: center; ">Dijo Cass sin ningún asomo de sentimiento en su voz y se metió las manos a los bolsillos de la chaqueta, como a quien no le importa algo.</div><div style="text-align: center; ">El ladrón pareció exasperarse y movió la mano que no estaba agarrando al pequeño. Algo brilló y Cassie pudo ver lo que mantenía al niño suficientemente quieto. El hombre tenía una navaja y la apretaba levemente contra el cuello del chiquillo.</div><div style="text-align: center; ">-Si no me lo das, voy a matar al niño.</div><div style="text-align: center; ">Apretó la navaja un poco más y un hilillo de sangre se deslizó por el cuello del pequeño. De nuevo, un gritito ahogado se escapó tras la mano del ladrón. Sus ojos brillaban mucho más que antes y el miedo en ellos casi se hacía palpable.</div><div style="text-align: center; ">Cass se encogió de hombros y miró fijamente al hombre, con expresión severa.</div><div style="text-align: center; ">-Mátalo, no me importa.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhmmIvk-eRwN1vH9JgbnaSrIa0U9_eFyGy93Sh2sl3EfBkxV4iO6VTUxRuO4rDrnEiIzmSNdQ6k2m7ojEz3vxfVB3x6f8scMdgYJUD7tz_pFDv5T8cyHSjmb6xbYyxX-M_3pQlrHWHi-H8/s320/Crazy__by_EmilySingSomething.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">El niño dejó de gemir y de pelear, sólo miraba a Cassie con resignación. Ella era su única esperanza y se había negado a ayudarlo.</div><div style="text-align: center; ">El hombre apretó con más fuerza y de nuevo brotó sangre.</div><div style="text-align: center; ">Cassie alzó los hombros como indicando que le daba igual y el hombre soltó un gruñido y levantó el brazo de la navaja lentamente, para tomar impulso y cortar. El niño cerró los ojos, al igual que el hombre.</div><div style="text-align: center; ">Cass sonrió de medio lado, el hombre jamás había matado, dudaba.</div><div style="text-align: center; "> Había sacado su pequeña pistola con silenciador en el momento en el que había alzado los hombros. Era un tiro fácil porque estaba quieto justo frente a ella. Cuando el hombre cerró los ojos, ella disparó. La bala se alojó en la parte izquierda del pecho, no sabía muy bien hasta donde había llegado, pero si no le había entrado en el corazón, había sido en un pulmón.</div><div style="text-align: center; ">El ladrón escupió sangre que fue a parar al rostro del niño y luego cayó sin fuerzas junto a él. El pequeño sólo reaccionó cuando escuchó el cuerpo del hombre que lo había tenido al borde de la muerte caer a su lado, exánime.</div><div style="text-align: center; ">-Vete y no te vuelvas a alejar de tus padres.</div><div style="text-align: center; ">Cassie guardó el arma, no le preocupaba el cuerpo del hombre, los asuntos de los Barrios Bajos no eran de mucha importancia para el Gobierno y nadie sabría quien lo había hecho. Un asesinato más, un robo más, una pelea más.</div><div style="text-align: center; ">Comenzó a caminar y pasó junto al cadaver, ni siquiera se detuvo a mirar el desastre que podía representar la sangre sobre el asfalto. Ni siquiera miró al chiquillo. Sólo se fue caminando con la vista fija en la salida del callejón, tenía que darse prisa.</div><div style="text-align: center; ">Pero algo la agarró de la manga de la chaqueta y la obligó a mirar. El niño, lleno de mugre, lágrimas y sangre la miraba con esos ojos castaños enormes y le estrujaba la chaqueta con fuerza.</div><div style="text-align: center; ">-Te dije que te fueras a buscar a tus padres, yo no voy a ayudarte.</div><div style="text-align: center; ">El niño negó con la cabeza y le respondió con una voz débil que sonó ronca, como si no tuviera saliva suficiente para humedecerse la garganta.</div><div style="text-align: center; ">-No tengo padres. Murieron.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDk_8xc96ahyXR_6tKNexi_pNVGCaV5Zj2lPDV8EFUOTQJM22H7dvdKOVityjs7l7FfG9GiA-RfYa3eEtEXhPfXGzWRL0bkRVsr_pASVMYpuopq8RK-2oKvJhi-FQfEpliE7WZpOqzTp-Q/s320/The_Lonesome_Kid_Named_Diego_by_OpusImperfectum.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Algo se sacudió dentro de Cassie, pero se mordió los labios y movió el brazo con fuerza para zafarse del agarre del pequeño.</div><div style="text-align: center; ">-Entonces vete a donde sea que vivas.</div><div style="text-align: center; ">Reanudó su camino, pero el niño corrió hasta ponerse frente a ella. Sus ojos castaños la observaban con toda tranquilidad, como si el cadaver de quien lo había intentado matar no estuviera tirado a sus pies. Inevitablemente, le recordaba a Violeta.</div><div style="text-align: center; ">-No vivo en ninguna parte-, la voz ahora sonaba algo diferente, ya no era ronca, era bastante clara, la voz de un niño,- a veces me dejan quedarme en una habitación, pero no vivo en ninguna parte.</div><div style="text-align: center; ">Cassie se llevó la mano a la sien y cerró los ojos con fuerza. No podía evitar ver a Violeta mirándola una vez más.</div><div style="text-align: center; ">-¿Qué quieres...?</div><div style="text-align: center; ">Preguntó en un susurro, más para ella misma que para el niño, aún así, éste respondió.</div><div style="text-align: center; ">-Ir contigo.</div><div style="text-align: center; ">Cass bajó la mano y lo miró fijamente.</div><div style="text-align: center; ">-No.</div><div style="text-align: center; ">La expresión del niño se desfiguró hasta el punto de la desesperación, se llevó las manos al rostro para taparlo y corrió hacia Cassie, la agarró de las piernas.</div><div style="text-align: center; ">-No me dejes solo.</div><div style="text-align: center; ">Cass se llevó las manos a la cabeza y apretó con fuerza luego, lentamente, las bajó y exhaló. Había matado a alguien porque no estaba segura de que ese alguien tuviera una pistola guardada en la chaqueta raída, no porque hubiese querido salvar al niño. Pero el niño estaba ahí e, inevitablemente, la tomaba como su salvadora y no iba a quitárselo de encima con facilidad y... Era Violeta, en cierto modo, él era Violeta.</div><div style="text-align: center; ">Posó una mano sobre la cabeza del niño y le revolcó el pelo.</div><div style="text-align: center; ">-Está bien, pero sólo esta noche.</div><div style="text-align: center; ">El pequeño se retiró despacio y la observó fijamente, como si no creyera sus palabras y luego lenta, muy lentamente, sonrió.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPhVtPlU0GqEr6dlrpxIJ_R_vtaJSjoMdxUuUQ61Cr5mIM3apKol7TFQ0IjVjK3Q2gfxOMTbBnmmdMOrjqlB8wYqKnUdZSMPitlG5Gyh6zfn3jWrn-7bOXbTWmO-TgqAHlXN4XfUgnFwdr/s320/baby_by_deepmelancholy.jpg" /></div></div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-84976090893964564502010-09-30T05:02:00.000-07:002011-01-02T18:57:08.284-08:00Capítulo 6: La historia de David<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNKiRUD89KN-j5zt6FomWZ-fLlzjHYXpa426Om7kfbOyXQmjb6fWU-xOgAIx9V8bs7HVgI9Qbi5m5TJSs01sM8QKDPwy0e_zpJ2_1qMiM1XaDpxS_YI6L3wAtwY8PNcksPRY_ARSHoesVD/s1600/We_both__by_addy_ack.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNKiRUD89KN-j5zt6FomWZ-fLlzjHYXpa426Om7kfbOyXQmjb6fWU-xOgAIx9V8bs7HVgI9Qbi5m5TJSs01sM8QKDPwy0e_zpJ2_1qMiM1XaDpxS_YI6L3wAtwY8PNcksPRY_ARSHoesVD/s320/We_both__by_addy_ack.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5526806554675882274" border="0" /></a><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span"><u><span class="Apple-style-span"><br /></span></u></span></div><div align="center">No supo cuanto tiempo pasó allí. Ya no sentía los brazos y su cuello se cansaba de sostener la cabeza, sentía que iba a vomitar, estaba cansada y no lograba conciliar el sueño.</div><div align="center">La puerta de metal se abrió emitiendo un chillido que parecía decidido a reventarle los tímpanos.</div><div align="center">-Te ves cansada.</div><div align="center">Cass ni siquiera respondió cuando David le habló.</div><div align="center">-No vine a soltarte.</div><div align="center">Con un esfuerzo mayor al que recordaba haber hecho jamás, levantó la cabeza y entornó los ojos para verlo bien, la luz la lastimaba.</div><div align="center">-¿No? Juré que venías a decirme que podía volver a casa -. Dejó caer de nuevo la cabeza, con demasiada brusquedad, su cuello se resintió y ella soltó un quejido.</div><div align="center">-Siempre tan impaciente... ¿No podrías dejarme terminar la frase?</div><div align="center">Cass no respondió.</div><div align="center">-Dije que no vine a soltarte si no me dices algo a cambio.</div><div align="center">De nuevo, ella alzó la cabeza, pero esta vez no dijo nada, así que David continuó hablando.</div><div align="center">-Quiero que me digas qué estás haciendo con Violeta y que destruyas todos los resultados.</div><div align="center">Incluso el dolor pareció remitir por un momento, sólo para dar espacio al temor que comenzaba a invadirla lentamente pero con fuerza.</div><div align="center">Cerró los ojos y sintió que el cansancio era peor de lo que había sentido hasta entonces.</div><div align="center">Un calor extraño le recorría el cuerpo y la hacía temblar. Lo que David le había pedido era un imposible. Por un lado, jamás destruiría todos los avances que había logrado con su investigación y por el otro, de nada le servirían si se quedaba allí encerrada toda la vida, además, si no llegaba a casa a tiempo para revisar la máscara anestésica... Ni siquiera podía pensar en que sucedería.</div><div align="center">-¿Qué hora es?</div><div align="center">Su voz salió como un ronquido, se había quedado sin saliva. Dave la miró con sorpresa y observó su reloj de muñeca, lo recordaba.</div><div align="center">-Son las cinco de la tarde.</div><div align="center">Llevaba horas encerrada. Debía volver a casa. La máscara tenía anestesia para un día, tal vez un poco más... Pero no podía arriesgarse.</div><div align="center">-¿Y bien...?</div><div align="center">Cass no dijo nada.</div><div align="center">-Bueno, supongo que tienes que pensarlo.</div><div align="center">Caminó hacia ella y sacó una navaja de su bolsillo. Cass seguía sin reaccionar. David se detuvo tras ella y cortó las ataduras de las muñecas. Los hombros crujieron antes de regresar a su posición natural, por un momento el dolor se intensificó para luego calmarse lentamente. Cassie se frotó las muñecas con suavidad, la cuerdas habían dejado surcos rojos que ardían un poco.</div><div align="center"><br /></div><div align="center">-Estás en una posición en la que no tienes opción, Cass.</div><div align="center">Cassie lo miró con expresión ausente por un segundo.</div><div align="center">-¿Por qué no le dijiste mi nombre a Rebecca?</div><div align="center">David bajó la cabeza lentamente y dejó escapar una sonrisa ladeada.</div><div align="center">-Sentimentalismos, amiga. Sentimentalismos.</div><div align="center">Ella no dijo nada, así que Dave continuó hablando.</div><div align="center">-Verás, disponemos de cierta cantidad de archivos con los expedientes de los empleados. Dado que yo me encargo de conseguirlos, Becca se entera de ellos a través de mí...</div><div align="center">-Así que no tiene mi expediente, ni...</div><div align="center">Dejó la frase colgada, David sabría terminarla.</div><div align="center">-Ni el de Verónica.</div><div align="center">El silencio se extendió como una nube espesa entre ambos. No se escuchaba tampoco nada en el exterior.</div><div align="center">Cass no sabía como salirse de la situación... De nada serviría no decirle y de menos serviría hacerlo. Tener que terminar con sus experimentos representaba años de pérdida y la enfermedad podía terminar venciendo a Violeta. No decirle, implicaba no salir de allí y, si la máscara anestésica dejaba de funcionar, Cassie no podía imaginarse un final peor.</div><div align="center">-Cass -, la voz de David rasgó el silencio como un gruñido,- no me hagas terminar mal todo esto. El tiempo corre, tienes que apresurar tu decisión.</div><div align="center">Jamás, desde que Violeta se había enfermado, se había sentido tan impotente e indefensa. Su cinismo se estaba yendo al piso y estaba siendo reemplazado por un sentimiento de inutilidad y frustración terrible.</div><div align="center">-¿Qué sabes?</div><div align="center">David se frotó los ojos con una mezcla expresiva entre frustración y resignación, luego miró directamente a Cassie a los ojos, algo parecía temblarle dentro.</div><div align="center"><br /></div><div align="center"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGvMZUUZcCRlzhOFJSpA1KN_hXxjX2I9OL4BBugjKZhNsvGAPABMdnsx79rcQy7Vc4zU59Rq2-mDDLu5KH918W0jYSl1WRYdDWp-UX_Kvp3blx3GSzkVEBV9IvCmdD2lP7vFmxHL53jDzQ/s320/Rain_by_bramLeech.jpg" /></div><div align="center"><br /></div><div align="center"><i>El viento soplaba con fuerza mientras él corría bajo la lluvia y escapaba de casa. Corría sin rumbo, ya no tenía donde ir, a fin de cuentas, todos estaban muertos.</i></div><div align="center"><i>Sus sueños se deshacían como las gotas de lluvia al llegar al suelo, se partían violentamente y cada parte saltaba hacia un lugar distinto, pero de forma coordinada. Apreciaba la belleza entre todo ese dolor.</i></div><div align="center"><i>Algo así iba a pasar, eso siempre lo supo. La humanidad había seguido un camino que le había costado su propia existencia y así como uno a uno todos morían a su alrededor, una a una, las gotas de su sangre, se resistían a terminar acompañando a la lluvia al desagüe más cercano.</i></div><div align="center"><i>Cerró los ojos al pasar junto a un árbol lleno de cadáveres, que colgaban y se balanceaban con el inclemente vendaval. Las lágrimas escapaban de sus ojos por entre los párpados cerrados con fuerza.</i></div><div align="center"><i>Todos estaban muertos.</i></div><div align="center"><i>Algo le golpeó la pierna, abrió los ojos con el corazón en la boca, esperando ver al asesino de la masacre de Westroads Mall. Pero sólo era un paraguas rojo, que comenzaba a romperse.</i></div><div align="center"><i>Lo reconoció... Claro que lo reconoció. Era de Verónica.</i></div><div align="center"><i>Alzó la cabeza del suelo sin saber qué esperar, si verla a ella muerta o si encontrarla corriendo hacia él. Pero no vió nada, no había nadie. Sólo cadáveres colgando de los árboles.</i></div><div align="center"><i>Y un buzón. Un buzón con un apellido elegante.</i></div><div align="center"><i>Trepó la reja que separaba la casa de la calle. Había llegado hasta la casa de Verónica sin darse cuenta. Tuvo el impulso de santiguarse cuando vio que a unos centímetros de él había una mujer muerta, atravesada por las puntas de acero de la reja, pero no lo hizo. Si Dios existía, los había abandonado hacía cuatro días.</i></div><div align="center"><i><br /></i></div><div align="center"><i><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaoVeT-ZYQbEPGeMXUF04oFHHrsuFOG2-YQU5NxHrFDxRJPP4l_VvygwR4LwjUaoabejKIMmFw-CKnwIvJmIq22onrZusMF_1nlp6fnMJF2lvBE1iOXm7LwrgzYFbxVJrQUdIesEALaD80/s320/22cfa951f65c811f.jpg" /></i></div><div align="center"><i><br /></i></div><div align="center"><i>La puerta estaba abierta y había algunos rastros de sangre en el suelo. Tragó saliva y agarró un palo del piso, alguna rama no había soportado el vendaval y había ido a parar ahí.</i></div><div align="center"><i>Entró con cuidado, la casa estaba en silencio y el golpeteo de la lluvia contra el techo no dejaba escuchar nada fuera.</i></div><div align="center"><i>Subió las escaleras lentamente, el corazón le palpitaba con más fuerza a cada paso que daba.</i></div><div align="center"><i>Reconoció la habitación de Verónica justo donde terminaban las escaleras, estaba abierta y la luz estaba apagada. Eran las cinco de la tarde, pero parecían las siete. Las nubes habían oscurecido todo.</i></div><div align="center"><i>Había una luz encendida al final del pasillo. La habitación de Andrés.</i></div><div align="center"><i>Las manchas de sangre en el suelo hicieron que David se tambaleara. Tenía más miedo que el que jamás había tenido en su vida.</i></div><div align="center"><i>Continuó avanzando. Lo que vio le cortó la respiración. El hermano de Verónica estaba tirado en el suelo, Dave lo veía sólo como un amasijo de carne y sangre porque no se atrevía a detallarlo más. Sintió el sabor del vómito en su boca y se giró para contenerse.</i></div><div align="center"><i>Escuchó un grito fuera de la casa y se aferró al palo que tenía entre sus manos temblorosas. La lluvia había amainado y David pudo escuchar un motor poniéndose en marcha. El sonido venía de la parte trasera de la casa. Haciendo uso de toda la fuerza que le quedaba, pasó corriendo sobre el cuerpo de Andrés y se asomó a la ventana.</i></div><div align="center"><i>Cassie y Verónica estaban abajo, Cass trataba de encender el carro de Vero mientras esta lloraba y soltaba esporádicos gritos de pesar. Dave trató de abrir la ventana, pero estaba atrancada. Cass se bajó del auto y sacudió a Verónica, que pareció entrar en trance, luego agarró algo del suelo, un bulto que David no había detallado antes. Era Violeta. Estaba atada y llena de sangre.</i></div><div align="center"><i>El alma se le fue a los pies cuando se giró lentamente y su cerebro ató cabos. Andrés, Violeta. Tragó saliva y giró una vez más hacia la ventana. El carro ya había encendido. Trató de abrir una vez más la ventana. Nada. La golpeó con fuerza mientras gritaba el nombre de sus amigas, pero no lo oían.</i></div><div align="center"><i>Todos estaban muertos. Pero ellas no.</i></div><div align="center"><i>Bajó corriendo lo más rápido que pudo, pero cuando llegó allá, el carro y ellas ya no estaban.</i></div><div align="center"><i>Pateó el suelo donde el carro había dejado marcas de neumáticos.</i></div><div align="center"><i><br /></i></div><div align="center">-Te vi marcharte con Violeta y Verónica.</div><div align="center">Cass alzó la vista, sorprendida.</div><div align="center">-Traté de llamarlas, pero no me escuchaban</div><div align="center">-¿Dónde...?</div><div align="center">-Estaba dentro de la casa de Verónica, en la habitación de Andrés.</div><div align="center">Cassie se mordió el labio inferior, pero continuó en silencio.</div><div align="center">-Las vi. A las tres.</div><div align="center">-¿Cómo fué que llegaste aquí?</div><div align="center">-No lo recuerdo muy bien. Sólo sé que cuando ustedes se marcharon, yo dejé de correr, pero seguí caminando, sin rumbo ni dirección. Mi siguiente recuerdo es haber llegado en un camión con otras diez personas al Refugio 4, que fuimos acogidos primero con amabilidad y dedicación y que llegado un punto, todo se volvió una mierda. Y ahí conocí a Rebecca, la chica tendría unos quince años, pero era un demonio. Terminamos por decidir que esta no era la vida que nos habían prometido y formamos La Resistencia.</div><div align="center"><br /></div><div align="center"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXcNB_PqWULiXXNvNSuMAbSuWklJOzUSldLkzGHARqXEmHV7xXSl1LT6vzsR1oGlnqAs-mFTWWR7fPVouNc_vUcD0ezYkGCm7O6TySoiNErBwnznT5agj_ouqEfKRWQLX-4D1PJXA3maEe/s320/anger_by_emrekunt.jpg" /></div><div align="center"><br /></div><div align="center">El silencio se extendió por un rato. Él no iba a decir nada más y ella no iba a hacerle ningún comentario. Finalmente, fue Cass quien comenzó a hablar.</div><div align="center">-David... Violeta está enferma. Tiene el virus -. La expresión de Dave no cambió, así que Cassie continuó hablando.- Las cosas no son tan sencillas como decirte y largarme. No quiero contarle a nadie. Me importa una miseria que alguna vez hayamos sido amigos. Las cosas han cambiado ahora y yo no puedo andar contándole de mis experimentos a todo el mundo.</div><div align="center">-¿Entonces vas a dejar que el Estado use eso para que suceda algo aún peor que antes, para que nos mantenga controlados con el miedo?</div><div align="center">Cass dejó escapar una risa de burla.</div><div align="center">-Si serás idiota... Yo no trabajo con ellos. Trabajo por mi cuenta.</div><div align="center">-Eso es lo que tú crees -, David la miraba con una expresión fría,- cuando Violeta entró al Refugio tuvieron que haberle hecho exámenes de sangre y tuvo que haber quedado registrado que ella era portadora-. Hizo una pausa y miró a Cass con duda.- Es más, no entiendo como es que lograste que la dejaran pasar.</div><div align="center">Cassandra sonrió de medio lado.</div><div align="center">-Ellos me necesitaban. ¿Cuántas personas crees que alcanzaron a estudiar algo relacionado con la salud y quedaron vivos? Somos muy pocos, David. Yo era una de las que realizó los exámenes. Les dije que mi hermana tenía un retraso mental severo y que necesitaba tratamiento. Ellos no sabían nada. Todos los meses me mandan anestésicos para aliviar el dolor que sufre la pobre Violeta. Un dolor que ambos sabemos inexistente, pero que me sirve de excusa para mantenerla sedada y que no ataque a nadie.</div><div align="center">-¿Cómo se enteraron de que podías servirles?</div><div align="center">-¿No recuerdas que fué lo primero que hicieron cuando llegaron los camiones? Preguntar quien tenía conocimientos médicos. Y muy bien... Yo llevaba sólo media carrera estudiada, pero no tenían nada mejor. Verónica estaba sólo un año atrás y la aceptaron también. Eso de haber salido antes del colegio resultó útil.</div><div align="center">-Aún así... Media carrera estudiada no iba a servirles mucho.</div><div align="center">-Dave... No tienes idea de la cantidad de cosas que pueden aprenderse cuando no tienes más que hacer que vigilar a tu hermana durmiendo... Y dispones de todos los libros del área médica de la biblioteca del mismo Gobernante.</div><div align="center">La furia de Dave crecía lentamente.</div><div align="center">-No seas tan cerrado. Lo hago por conveniencia. He sido una empleada ejemplar, tengo a cargo investigaciones que tú ni te imaginas y les enseño a los nuevos lo que tienen que saber, pero sólo lo justo.</div><div align="center">David la miraba, estaba a punto de gritarle.</div><div align="center">-Pero aún así me vigilan-. El tono de voz de Cassie se había vuelto amargo.- Llevo años sirviendo a su asqueroso régimen. Y llevo años actuando a sus espaldas, sacando medicinas de sus laboratorios sin que lo sepan, comprando cosas alteradas en los barrios bajos, aprendiéndolas a alterar yo misma... Y no se han dado cuenta. Pero si hoy no regreso a casa antes de las once... Todo habrá sido para nada.</div><div align="center"><br /></div><div align="center"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgURhDBP4jm9SM5hyYhb7Zijq0zdXBuC2tdgtudPd03igA4taifwPiZRIzVULnEyvV38MqjHF11boZWhKv0LrXcKtIfM2EOgopY3QN7m7aI1j4USHFigu87XxtI8JVT4G1G-dU4upfB8cSq/s320/My_umbrella____by_6Artificial6.jpg" /></div><div align="center"><br /></div><div align="center">Parecía que la ira de David se había esfumado en un instante, pero aún no le decía nada.</div><div align="center">Cass tomó aire y lo miró fijamente. Estaba decidida a hacerlo.</div><div align="center">-Te propongo un trato.</div><div align="center">Las comisuras de los labios de Dave se curvaron en una sonrisa. Cass sonrió también, con cierta complicidad. Eso la llevó muy atrás en el tiempo. Sacudió la cabeza para alejar sentimentalismos inútiles y continuó hablando.</div><div align="center">-Puedo darte información sobre esas investigaciones si me dejas ir y no interfieres en lo que haga o deje de hacer con mi hermana... El Gobernante y su gobierno me importan un carajo... Sólo déjame salir para estar con mi hermana y sé prudente.</div><div align="center">David la miró con seriedad y terminó por asentir. Caminó hasta ubicarse tras ella y le acarició el cuello. Se agachó hasta que sus labios rozaron la oreja de su amiga.</div><div align="center">-Vamos a hacerlo así, pero quiero informes constantes, sobre lo que hay ahora y sobre los avances... Si en algún momento me entero que me mientes o dejas de darme información, todos van a enterarse de que Violeta es un peligro si continúa con vida.</div><div align="center">Cassie se mordió los labios una vez más y asintió lentamente.</div><div align="center">-Muy bien Cass... Te haré llegar un mensaje.</div><div align="center">-¿De qué ha....?</div><div align="center">Cassandra sintió un pinchazo en el cuello y perdió el sentido de la orientación.</div><div align="center"><i>"No otra vez..."</i> El mundo comenzaba a hacerse borroso mientras sus párpados se cerraban y la habitación se desdibujaba lentamente.</div><div align="center"><br /></div><div align="center">...</div><div align="center"><br /></div><div align="center">Se despertó en su cama con un dolor de cabeza que casi no podía soportar. Afuera estaba oscuro y silencioso, como todas las noches.</div><div align="center">Se levantó lentamente, tenía las muñecas vendadas y le escocían un poco. Dio pasos torpes hacia el interruptor y lo encendió. Todo estaba en perfecto orden, tal como lo había dejado.</div><div align="center">Fue hacia la habitación de Violeta y se detuvo en la puerta, no quiso encender la luz. La máscara anestésica seguía funcionando, pero una pequeña lucecita roja indicaba que debía renovar la anestesia en seis horas como máximo. Lo haría cuando amaneciera.</div><div align="center">Antes de darse la vuelta para ir de nuevo a su habitación notó que algo sobraba. Sobre la mesita de noche había un florero con una nota al lado, que tenía escrito el nombre de David con la misma caligrafía que Cassie recordaba de toda la vida. Y dentro del florero, violetas.</div><div align="center"><br /></div><div align="center"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIg8Ef7pr6XpWv7vZA09k3BXRBWLtQ0R9CGQIdO82Pfa6bHWn3-JWeFvuyuPEmhTSnRFmaKU6XaglUYved0ru7HjSDQE-ZyXwICY4brOm1rbkZihkBCI1GGzQv_Io1Z2rO6vgMTp9KRL_e/s320/Violets_by_sanguigna.jpg" /></div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-38052296145555937172010-08-30T14:05:00.000-07:002011-01-02T18:56:51.453-08:00Capítulo 5<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><u><br /></u></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfxp_hl6akc9WfCcjaTJJFLd3l8zfz9kHgGjMWGTGO1TV9cn99sPC0qh989D4LRwvWlPxHdqQT73ObPqzH6K10vYt-GErlsQeSpwVuITlF_mQgFRTBVvQaTdN5M6yUjl8K5syClhKos6Ck/s1600/acbc61f79ff49b49ce7ef2c33974ec1243.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfxp_hl6akc9WfCcjaTJJFLd3l8zfz9kHgGjMWGTGO1TV9cn99sPC0qh989D4LRwvWlPxHdqQT73ObPqzH6K10vYt-GErlsQeSpwVuITlF_mQgFRTBVvQaTdN5M6yUjl8K5syClhKos6Ck/s320/acbc61f79ff49b49ce7ef2c33974ec1243.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5521732553118845698" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span"><u><br /></u></span></div><div style="text-align: center;">-Debiste haberla matado.</div><div style="text-align: center;">-No. Sabes que no.</div><div style="text-align: center;">-Entonces debiste haberla dejado allí.</div><div style="text-align: center;">Las voces le llegaban desde muy lejos, como si tuviese puestas unas orejeras.</div><div style="text-align: center;">-Eso si que no.</div><div style="text-align: center;">-Pero entonces...</div><div style="text-align: center;">Él la interrumpió con brusquedad.</div><div style="text-align: center;">-Cállate. Tenemos lo que fuimos a buscar y estamos de regreso, deja de quejarte.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuwb7Sk23JbL9ZcgSyDAOt8Fp0A-wIf82AdIIHfRgJrOlWVduBJ0tvs88IxBrxUa9BNMVjKEOQBvUR6K3pv7IuirUWoJ9cpF5HM3HMmpIAyreymvE6LL3GqYDEQ032pOATw57BrWM3VG2C/s320/fear_by_JordanRobin.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">La habitación olía a humedad y a sábanas guardadas, la luz era amarilla pero lograba lastimarle los ojos cuando trataba de abrirlos para ver que sucedía.</div><div style="text-align: center;">La tomaron con rudeza del mentón y le giraron la cabeza.</div><div style="text-align: center;">Trató de llevar las manos para zafarse del apretón. No podía moverlas. Estaba atada.</div><div style="text-align: center;">-¿Cómo te llamas?</div><div style="text-align: center;">Preguntó una voz áspera pero femenina, como si estuviese afectada por una enfermedad respiratoria. Era quien la tenía agarrada el mentón.</div><div style="text-align: center;">Cassie no hizo ningún esfuerzo por alzar el rostro y observarla.</div><div style="text-align: center;">-Que te importa -. La voz le salió en un susurro apenas audible, lo que contrastaba con el desafía de lo que trataba de decir.</div><div style="text-align: center;">La mujer le calvó las uñas en el rostro, pero alguien la detuvo.</div><div style="text-align: center;">-"Que te importa" es un nombre interesante -, se burló una voz masculina. Cass supuso que era quien había detenido a la mujer, pero estaba decidida a no alzar el rostro para observarlos. -Sin embargo, considero que no estás en situación de negarte a algo.</div><div style="text-align: center;">La voz tenía algo familiar, lo que venció su voluntad e hizo que alzara la cabeza con lentitud para observarlos. Su mirada llevaba impregnada un rencor mal disimulado.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjH4VFqaI9bHgmJ77xk4OB_pzf2pKOkxnhgh6mTSWmOgTPDonKaMSrcr-T5fjCaNDmVAUDyQyUby03hPU-w4iEMJBNyPyi4_65dF21HlPUguzit5A0R3Kbrixmmq2ZsDyaEZa-_sxM8q29u/s320/Los_Gaviotas_cyberpunk_by_Dumaker.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">De pie frente a ella estaba una mujer con los brazos cruzados y expresión de asco. Llevaba una camiseta una o dos tallas más grande de la que debería usar y la tenía mal puesta, le caía por uno de los hombros, dejando al descubiertos los tirantes de un top negro y un sostén del mismo color.</div><div style="text-align: center;">Era más alta que el promedio y tenía el cabello negro bastante mal cortado por lo que algunos mechones le caían desordenados sobre el rostro. Tenía una argolla en la nariz, otra en el labio inferior y tres en la oreja izquierda. Los brazos estaban cubiertos de manillas deshilachadas y un tatuaje se le asomaba desde la parte de atrás del cuello hacia el pecho.</div><div style="text-align: center;">Sus jeans tenían una cantidad de rotos sorprendente y los llevaba dentro de unas botas militares raspadas. Generaba la impresión de "adolescente rebelde", era delgada y más alta que el promedio, pero su rostro revelaba que no tendría más de unos 19 años.</div><div style="text-align: center;">Cassie soltó un bufido.</div><div style="text-align: center;">-¿Qué?</div><div style="text-align: center;">Preguntó la mujer con fiereza.</div><div style="text-align: center;">Cass curvó ligeramente los labios hacia el lado derecho, como con una sonrisa burlona.</div><div style="text-align: center;">La mujer alzó la mano como para golpearla y el hombre la detuvo con un firme "no".</div><div style="text-align: center;">Él tendría tal vez 25, era tan alto como la mujer pero de complexión menos escuálida.</div><div style="text-align: center;">Estaba sentado en diagonal a la silla a la que Cassie estaba atada. Tenía una posición relajada, recostado en el espaldar con la pierna derecha apoyada sobre la rodilla izquierda y agitaba lentamente una botella de cerveza en su mano derecha.</div><div style="text-align: center;">Llevaba una camisa negra con las mangas recogidas hasta los codos y a medio abotonar, dejando ver una simple camiseta blanca debajo. Sus jeans eran clásicos y no estaban rotos pero sus botas estaban también algo ajadas.</div><div style="text-align: center;">El cabello castaño no era ni corto ni largo, por lo menos no lo suficiente para recogerlo en una coleta. Tenía una barba incipiente y descuidada, lo que le daba un aspecto algo desaliñado que no se veía del todo mal.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">La mujer se recostó contra la pared y observó a Cassie por un rato. La miraba con un profundo desprecio. Cass le sostenía la mirada, sin dejar que sus ojos revelaran lo que estaba pensando.</div><div style="text-align: center;">-¿Crees que tienes algo de dignidad, de orgullo? -. La voz parecía rebotar en las paredes del cuarto, -¡Rata! No eres más que eso, una basura basura en manos de un gobierno injusto.</div><div style="text-align: center;">Se acercó con los pasos lentos y pesados. Cass la miraba con fijeza.</div><div style="text-align: center;">-Sólo eres una marioneta -, los labios estaban tan apretados cuando pronunció las palabras que éstas salían con dificultad. El desprecio flotaba en el aire.</div><div style="text-align: center;"><i>Le calvé las uñas en los ojos y la vi retorcerse como a un insecto al que le han rociado veneno. Sí... La rata era ella, no yo. La marioneta era ella. Idiota. Tal llena su cabeza de ideas tontas sobre cambio y revolución que no podía ver más allá... Rata de la revolución, lo mismo que una rata del gobierno.</i></div><div style="text-align: center;"><i>La sangre bajaba por mis manos, la calidez era placentera, verla retorcerse, aún más.</i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;"><i><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNF2vBwW2x-CXxEgsEftHIZ1rgpvbyW4kXy9Fx27Q09XFQUVzl_WgjARwePnFLWcbEhtfv6LUeVVRxdtxzprWcBv0XieMaxVubuu1ZWGS0TUljr5fJfnH3TjxcgmR8xMErueUyRURNo5lS/s320/7b712dd03b8118d32103e876cbcae4bf.jpg" /></i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;">La mujer se alejó nuevamente, pero esta vez tan rápido como la rabia la impulsaba. Salió de la habitación dando un portazo al cerrar.</div><div style="text-align: center;">Cassie se quedó mirando la puerta, ensimismada aún en su fantasía. Había olvidado la presencia del hombre.</div><div style="text-align: center;">-Cass... Ten cuidado con ella.</div><div style="text-align: center;">Se sobresaltó al escuchar de nuevo la voz que le resultaba tan familiar. Giró la cabeza lentamente y en silencio para observarlo. ¿Cómo sabía su nombre? Y lo más importante: ¿por qué no se lo había dicho a la mujer?</div><div style="text-align: center;">El hombre se puso de pie y arrastró la silla hasta ponerla frente a Cassie. Se sentó con paciencia, con los brazos cruzados y apoyados sobre el espaldar y las piernas rodeándolo. Miró fijamente a Cass y le sonrió.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwqg17qxqotDh4zrqo-XCFhdwvFa6jOkIRGmO0jcoFRuxy5h8OBwmsS7usRr9BY5Wp9VuQb4ahHYZucJuTDIZbMt0DshK9fcg33H9LJeihS17fSeXQdBBjnc2bN766GK-TcgeWGUALnwTG/s320/Walking_together____by_L_time.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i>-Te acompaño a casa.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-Está bien, puedo ir sola.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-No es buena idea... Cassie...</i></div><div style="text-align: center;"><i>Me limpié las lágrimas y lo miré.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-¿Ves? Estoy bien -. Mi voz sonaba entrecortada y para nada convincente. Sabía que una sonrisa cínica se había dibujado en mi rostro.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-No me gusta que hagas eso.</i></div><div style="text-align: center;"><i>Me eché a llorar otra vez sobre sus hombros.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-No te desmorones... No eres de ese tipo -. Me abrazó con fuerza y besó mi cabeza.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-Vamos, te acompaño hasta la puerta.</i></div><div style="text-align: center;"><i>Dejé que me ayudara a levantar, me condujo en silencio y con paso constante hasta la puerta de mi casa y me limpió las lágrimas.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-Fuerza, Cass.</i></div><div style="text-align: center;"><i>-Sí, Dave, sí -. Me dio un beso en la mejilla y esperó a que yo entrara.</i></div><div style="text-align: center;"><i>Cerré la puerta y apoyé mi cabeza contra ella. Solté un suspiro y lo observé por la mirilla mientras se alejaba.</i></div><div style="text-align: center;"><i>Ahí escuché el llanto, los gritos y percibí el olor a sangre. "No... No... Mamá... Papá... No... Violeta".</i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;">-¡David!</div><div style="text-align: center;">-Pensé que no ibas a reconocerme.</div><div style="text-align: center;">-Bueno, has cambiado un tanto...</div><div style="text-align: center;">Él soltó una risa fuerte que Cassie recordaba a a perfección.</div><div style="text-align: center;">Por un momento había olvidado que estaba atada y retenida. Sacudió la cabeza y apartó la vista del rostro de David. No podía confiar ya ni en viejos amigos. Hizo un gran esfuerzo por volver a su expresión estoica.</div><div style="text-align: center;">-Tú también has cambiado. Te ves -, la pausa era en cierto modo significativa,- diferente.</div><div style="text-align: center;">Un rubor inevitable subió por sus mejillas. Se mordió el labio y se obligó a bajar la cabeza.</div><div style="text-align: center;">-Mira, Cass -, continuó él,- no es nada personal, pero no puedo dejarte ir. ¿Entiendes?</div><div style="text-align: center;">Cassie continuó en silencio y no alzó la mirada.</div><div style="text-align: center;">-Es cuestión de lados -. Soltó un suspiro.- Tú estás de ese lado, yo estoy de este otro. Desearía que no fuera así, pero no puedo cambiar las cosas. Como sea, tampoco voy a hacerte daño ni permitir que te lo hagan.</div><div style="text-align: center;">Por fin, Cassie alzó la mirada. Tenía una sonrisa incrédula en el rostro y lo miraba con ojos irónicos.</div><div style="text-align: center;">-Dave... No puedo creer que cayeras realmente en el jueguito de los lados. Sabes bien que las cosas no son blanco y negro. Hay múltiples tonos de gris.</div><div style="text-align: center;">El rostro de David dejó atrás su expresión de aparente serenidad.</div><div style="text-align: center;">-No, Cass. El asunto es serio: "quien no castiga el mal, ordena que se haga". ¿No era así?</div><div style="text-align: center;">-Sí. Leonardo DaVinci. Pero ya no estamos en el siglo quince.</div><div style="text-align: center;">Él se puso de pie y comenzó a caminar por la habitación, ella lo seguía con mirada perezosa.</div><div style="text-align: center;">-Como sea, Cass, no deberías hablar así aquí. Becca no es muy comprensiva.</div><div style="text-align: center;">Cassie dejó caer la cabeza hacia adelante y soltó un bufido, David se quedó de pie frente a ella, que alzó el rostro con una sonrisa desafiante.</div><div style="text-align: center;">-No les tengo miedo, ni a ti, ni a tu noviecita, ni al Gobernante, ni a su gobierno absurdo.</div><div style="text-align: center;">-¿Sabes? -. La miró de reojo.- Creo que sí deberías tener miedo.</div><div style="text-align: center;">Se movió rápidamente y la tomó del cuello. Cass soltó una tos y comenzó a forcejear, pero las cuerdas la lastimaban.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjMnt3xtTtBWKkaCXRu7HkEyJG-fC-yN14Ud5Bn3AxJdRGurtKvN9KTQRYouSz4iOILxSsOE4gOuR-vhtkLiUyvFchQ6p7qyhW8QMBqK7D3BVJYr89MRac-caxZlPEKrv4wcrIJQRHLkMu/s320/HYDRA_666_by_nyanko_chan.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">-Por lo menos a mi -. Su voz había bajado el volumen y sonaba amenazante, realmente peligrosa.- Ten en cuenta, linda, que ya no soy tu amiguito... Puedo hacer que tu tiempo aquí sea menos pesado -, aflojó el agarre,- o puedo hacer que tengas una existencia miserable-. Apretó con canta fuerza que la cabeza comenzó a darle vueltas, sentía que iba a perder el conocimiento. La soltó justo cuando pensaba que no soportaría más. El cambio de presión en su cabeza fué tan brusco que las imágenes se hicieron borrosas y se mareó.</div><div style="text-align: center;">Lo miró con odio, sí, ya no era lo mismo.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Él se sentó frente a ella y le acarició la mejilla. Cass detuvo de alguna manera el impulso de morderle la mano.</div><div style="text-align: center;">-Ya se te aclarará la vista con el tiempo -. Se puso de pie y le besó la frente.</div><div style="text-align: center;"><i>...y lo observé por la mirilla mientras se alejaba...</i></div><div style="text-align: center;">-Por cierto -, la voz de David la sacó de su ensimismamiento,- te ves bien-.</div><div style="text-align: center;">Notó como el rubor cubría sus mejillas, sonrió inevitablemente.</div><div style="text-align: center;">-Cállate -. Le espetó de la forma más agresiva que pudo. No logró mucho.</div><div style="text-align: center;">Dave le acarició el cuello y se acercó a su oído. Rozándolo con los labios al decirle:</div><div style="text-align: center;">-No quieres morir, lo sé -. Se detuvo un momento, Cassie pudo percibir como sus labios se curvaban en una sonrisa. -Dile a Violeta que le envío un abrazo.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7tuV1vG8MAfjsyBN6b3j5pYMDAcLmbsKZmMQxVS7eSCDysGC7ntAZ2RhQ6o_ZkHdtMraok-Ar7hHfTcyERJRk52Wi-rKw_rON-_oo2IqGYFwJBvyZwsqlqwv2z0sdvkYPd0NTfagV9Vg3/s320/fear_by_dumbolik88.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Cass y una gota de sudor frío se deslizó por su rostro.</div><div style="text-align: center;">No pudo verle la cara a su viejo amigo cuando abandonó la habitación y la dejó allí, encerrada y atada.</div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-60220812792088162542010-06-18T11:13:00.000-07:002011-01-02T18:56:38.379-08:00Capítulo 4<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl2z6jvs8jqdo-171en-akTDu_i74h2pINT1Ohg8sH2WOim1H1anjuo6oCDFtJPulsrji1sSsWYgRBKkfpvQwm8w23c48LnFNSClDRO01xBfEfMgtLKETvdqc20d4pUXAjluNZ1pMjYVtZ/s1600/Friends_by_x___BlackStars.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhl2z6jvs8jqdo-171en-akTDu_i74h2pINT1Ohg8sH2WOim1H1anjuo6oCDFtJPulsrji1sSsWYgRBKkfpvQwm8w23c48LnFNSClDRO01xBfEfMgtLKETvdqc20d4pUXAjluNZ1pMjYVtZ/s320/Friends_by_x___BlackStars.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5490512932595882418" /></a><div style="text-align: center;"><u><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><br /></span></u></div><div style="text-align: center;">-Cass... Vámonos de aquí.</div><div style="text-align: center;">La voz de Verónica le llegaba desde muy lejos. En su cabeza se formaban miles de razones por las que la resistencia podría estar armando aquel alboroto, pero ninguna la convencía del todo. Hacer una revuelta frente a un edificio tan importante como el de investigación debía tener una razón muy fuerte, era demasiado arriesgado para hacerla por el simple robo de un equipo médico o alguna sustancia química...</div><div style="text-align: center;">Estaba casi segura de conocer todas las investigaciones que se manejaban ahí dentro pero, ¿y si no? ¿Y si guardaban alguna otra cosa que ella no conocía, si estaban llevando a cabo investigaciones de las que no estaba al corriente?</div><div style="text-align: center;">La alarma que comenzó a sonar por el alto parlante la sacó de su ensimismamiento.</div><div style="text-align: center;"><i>'(...) El personal de seguridad se encargará de conducirlos hasta la salida más cercana'</i>.</div><div style="text-align: center;">Apenas notó que su amiga la jalaba del brazo cuando la voz del alto parlante, femenina, fría y ajena, como si no fuera real, terminó de dar la indicación.</div><div style="text-align: center;">-¡Cass! Por Dios, reacciona, vámonos antes de que crean que queremos estar aquí con todo este alboroto o algo así.</div><div style="text-align: center;">-Vero, eres un genio.</div><div style="text-align: center;">Su amiga había encendido una bombilla en su mente. ¡Por supuesto! Lo que sea que La Resistencia estaba buscando en el edificio debía ser sumamente importante, tal vez podría servirle a ella misma para adelantar sus investigaciones respecto a Violeta.</div><div style="text-align: center;">La cara de Verónica tomó una expresión de terror, una mueca de espanto y culpabilidad se hizo presente cuando comprendió qué había puesto en la mente de Cassandra.</div><div style="text-align: center;">-No, no, no... Cass... No estarás pensando en---</div><div style="text-align: center;">Las luces se apagaron de un momento a otro. Cassie aprovechó el momento de sorpresa para lanzarse sobre Verónica y atraparla contra la pared. Tomó las manos de su amiga, las agarró con una de las suyas y alzó el brazo que le quedaba libre para apoyarlo en la parte de atrás del cuello de Verónica.</div><div style="text-align: center;">Era más bajita que su amiga, pero tenía una habilidad mucho mayor para pelear.</div><div style="text-align: center;">Se puso de puntas para alcanzar con su boca el oído de Verónica.</div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-9HhufYQJZxHyA_o6lp9pO8VlB9QpZyhZ49jgmPtwDtzEdw5pk9CYgqAG4Vb96FEkHYDPoCR2kHyTixkqhLV_A07y8xZrUiJYDrpf6y9BaDmhhxj1uRNs28IfHjGEtvPH9CH_4nLmzZJ_/s320/Violence_by_AnkyShpanky.jpg" /></div><div style="text-align: center;">-Te lo voy a decir con claridad, una sola vez, y vas a entenderlo-. Le susurró con rapidez y fiereza. -Te quiero mucho y no quiero tener que hacer algo que no me gusta... Así que te pido muy amablemente-, hizo una pausa y jaló las manos de Verónica un poco hacia arriba, -que no seas tan imprudente. Recuerda: cámaras, micrófonos. Silencio.</div><div style="text-align: center;">Verónica ahogó un sollozo y Cassie la soltó de inmediato.</div><div style="text-align: center;">Un par de segundos después con los ojos de Verónica llenos de alguna especie de terror puestos sobre ella, Cass soltó un suspiro.</div><div style="text-align: center;">-Lo siento.</div><div style="text-align: center;">Las luces se encendieron justo después.</div><div style="text-align: center;">Ahora, de nuevo, a fingir preocupación, a fingir que debían salir de allí. Las cámaras funcionaban otra vez.</div><div style="text-align: center;">Un oficial entró en la habitación y las obligó a salir con brusquedad. Nada en la actitud de Verónica daba cuenta de lo que había sucedido entre ella y su amiga momentos antes. Cass se alegraba de que Verónica fuera tan buena actriz.</div><div style="text-align: center;">Era eso, o sabía perdonar muy rápido.</div><div style="text-align: center;"><i>La sangre manchaba las paredes, las sábanas, la ropa hecha jirones en el piso, las manos de Violeta y su batita blanca. Aún sostenía el bisturí entre sus pequeños y delicados deditos y me apuntaba con él.</i></div><div style="text-align: center;"><i>Sonreía con ojitos desquiciados y daba pasos lentos y torpes hacia mí. Tambaleaba, las heridas en sus pies no le permitían caminar correctamente y la sangre que perdía por cortes más grandes en el resto del cuerpo la debilitaba. Pero continuaba dando tumbos, tratando de llegar a mí.</i></div><div style="text-align: center;"><i><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5f_zBv0vKEEaDQhjI4lPdtB-r687VXIZL1yYxoHXsqCKxcNs6Z30dMP3PwAKgEUNEGuL9oFYLlK2NK1HactPb4jA8abdkRSU0cRSJWWFMPNG_8PLd2_Z1oYt4WMXliaSBWnxV5ENgHvFW/s320/I_Killed_A_Bunny_by_MiszInsane.jpg" /></i></div><div style="text-align: center;"><i>Andrés estaba en el suelo entre ambas, con heridas profundas en el rostro, el cuello casi desollado, la camisa desgarrada y el vientre casi vuelto al revés.<br />Un llanto llegó desde la puerta que había tras de mí; Violeta y yo vimos a Verónica al mismo tiempo. Estaba deshecha, de pie, en la puerta, observando el grotesco espectáculo que ofrecía su hermano en el suelo.<br />Corrí hacia la puerta, resbalándome y tropezando con el desastre que había creado mi hermanita. Cerré de un golpe, justo cuando el bisturí volaba sobre mi cabeza y terminaba por estrellarse contra la puerta.<br />Me giré a tiempo para evitar que Violeta me mordiera el hombro, pero no lo suficiente para evitar que levantara el bisturí del suelo. La niña se escurrió entre mis brazos y me hizo un corte profundo en la parte baja de la espalda.<br />Lancé un grito y la agarré del cabello. Soltó un alarido que me dolió más que la herida recién abierta. La empujé contra la puerta y la golpeé en el cuello, dejándola inconsciente.<br />...<br />Lo único que escuchaba eran los gritos de Verónica, del otro lado de la puerta, y mi corazón golpeándome por dentro, repartiendo dolor y pesar por última vez.</i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;">Con rudeza, el oficial les explicó que debían bajar hasta el primer piso, usando las rutas de evacuación. No las siguió cuando comenzaron a caminar en dirección a la primera escalera.<br />La algarabía ya no se escuchaba desde allí y ambas caminaban con paso rápido, en silencio. No tenían más que decirse, no sabían que rayos podían decirse.</div><div style="text-align: center;">La incomodidad de la situación fue interrumpida por un grupo de empleados, guiados por una oficial, que iban en la misma dirección que ellas.<br />-Ustedes dos. A la línea.<br />Sin esperar una respuesta motriz, la oficial les propinó a ambas un empujón, obligándolas a entrar en la fila. Cass reprimió las ansias de darle un golpe sorpresa y optó por morderse los labios. Verónica clavó la mirada en el suelo, como si estuviese avergonzada.<br />Una mujer de aspecto nervioso y enfermizo comenzó a toser tras ellas. La hilera entera volteó a mirarla, la oficial la mandó a callar, pero la mujer no podía detenerse, las luces comenzaron a fallar a la vez que la mujer comenzaba a hiperventilar. Todos los empleados se habían quedado estáticos, la oficial gritó. Nadie le hizo caso, algunos comenzaron a acercarse a la mujer. La oficial la mandó a callar, la mujer estuvo a punto de desmayarse y los empleados rompieron la línea.<br />La oficial no pudo soportarlo más. Dejó su puesto y fué hacia la mujer.</div><div style="text-align: center;">-¡Ustedes lárguense, sigan la ruta programada!<br />Tomó a la mujer del cuello de la camisa y la arrastró fuera de la fila.<br />-Vamos, ¡lárguense!</div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1DAP15kZNTLAGnz0_3Hgxw1NIgAUXXrurZwo2ha2qWzQfZX5JId25TDpJ3EynLB2yRygVhRBbCjyStM8k44B5zRUuoIydlmrChN8YFI-lC_MRSNqrZdRS7gs503PMKb-4Rj_it8OUBpA7/s320/Freedom_by_immilesaway.jpg" /><br />Todos comenzaron a caminar, alejándose de la oficial y la señora. Nadie se atrevió a hacer nada... Ni siquiera cuando escucharon un grito ahogado.<br />Verónica temblaba y Cassie se clavaba las uñas con tanta fuerza en las palmas que seguramente ya se habría sacado algo de sangre.</div><div style="text-align: center;">Una especie de golpe amortiguado y las luces se apagaron nuevamente. Los empleados perdieron el orden por completo y se echaron a correr en todas direcciones.<br />La multitud atrapó a Verónica, la algarabía hizo que Cass desconectara sus oídos de su cerebro.<br />Sólo le llegó a los lejos el grito de verónica.<br />-¡CASS!<br />Cassie se apretó contra la pared para que la multitud no se la llevara, como hacía con su amiga, que estiraba los brazos, tratando de agarrarla a ella. Cass se quedó allí, mirando como la arrastraban lejos, a fuerza de golpes y empujones, hasta que la perdió de vista.<br />Así sería más fácil.<br /><br /></div><div style="text-align: center;">Cuando se hubo quedado sola, disfrutó un poco el silencio.<br />En el pasillo y en la base del generador se encendieron tres sonrisas diferentes, pero todas por la misma razón. El generador de emergencia ya no funcionaba tampoco, estaba dañado.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Comenzó a caminar lentamente, tomándose su tiempo para no romper el silencio, detenerse en cada esquina y comprobar que nadie la seguía o vigilaba.<br />Tenía a su merced el edificio y pretendía encontrar lo que fuera que estuvieran haciendo en el lugar.</div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb9gMTynMIE7-890OpqPzb6wObCTjVPEWcn6Jefq234DeWbsQQF93X_iRP1GtloK60heqCbPhjo7s-ETaa17LU1Qo3u4BVpYK_Li4l0CmDQHQT_ggGWFE1dFWTIuXny7v_tttwpRWRfbHS/s320/The_corridor.jpg" /></div><div style="text-align: center;">Bajó las escaleras dos pisos más, hasta el sótano, donde almacenaban el instrumental del laboratorio y algunos químicos, era el único lugar que no había recorrido demasiado. Entrar era muy difícil cuando la vigilancia estaba. Pero las cámaras y los micrófonos eran absolutamente inútiles en el momento.<br />El piso era un pasillo largo, con tres puertas justo después de la entrada, dos a la izquierda, una a la derecha. Y nada más hasta la mitad, que tenía otra a la derecha y una última al fondo.<br />Caminó hasta la del fondo. Era una puerta común, de madera, sin letreros y sin cerradura aparente. Jamás había entrado allí. Jamás había ido hasta el fondo. Se limitaba siempre a las tres primeras, que eran los almacenes principales.<br />Puso la mano sobre el picaporte y se quedó estática.<br />Había voces viniendo tras ella.<br />-Mierda... te estás portando muy descuidadamente-. Se reprendió a sí misma en un susurro.<br />No le quedaba de otra sino entrar.<br />Giró el picaporte y se metió a la habitación, rogando por hallar un mejor lugar donde esconderse allí dentro.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">La habitación estaba absolutamente llena de neveritas de almacenamiento como las que tenía en su laboratorio escondido, no había un solo mueble, todo eran neveritas blancas de plástico con tiras azules. Había por lo menos unas 35 ó 40, todas marcadas con números y letras en minúscula. No había ningún lugar donde ocultarse. Se mordió los labios.</div><div style="text-align: center;"><i>-Lo sacamos y nos largamos de aquí por las escaleras de servicio.</i></div><div style="text-align: center;">Cassie estaba segura de que la voz era la de una mujer, aunque sonaba bastante grave.</div><div style="text-align: center;">Inmediatamente mandó la mano derecha al muslo, bajo la falda. Se presionó la pierna con los dedos, en señal de frustración. Había olvidado que no llevaba una sola arma con ella, se la habrían quitado en la entrada. Había mandado la mano allí sólo por impulso, esperando tener algún arma bajo la falda. Pero nada. Cerró las manos con tanta fuerza que sus nudillos se tornaron blancos. ¿Qué rayos iba a hacer?</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfuhwP7aI3CG0g4h2SDhVXcjcNO5g2rM_qxiHCgeXsPXnKUeoCL7UOIaqrFco-5LZ4yyDEUy0dloNvcFJ2pCv80ovcNOmX1vO8qgpW-5BNneqx_ganxA6W2zH2OAZgT44RtPjNJJV_PAJp/s320/decision_by_VioLamara.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">La puerta se abrió. Dos siluetas se quedaron muy quietas en el umbral de la puerta.<br />-Una rata de laboratorio-. La voz de una de las siluetas era masculina, profunda, y hablaba pausadamente, casi con diversión, como si estuviera a punto de reírse.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">No logró lanzarse al suelo a tiempo. La otra silueta había movido la mano y algo se había clavado en la pierna izquierda de Cass.<br />Perdió la fuerza para sostenerse en pie. Las siluetas se desdibujaron, todo era tan tranquilo, tan silencioso, tan hermoso... El mundo giraba en direcciones extrañas mientras caía y tocaba el suelo con su mejilla.</div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-4890710328244655602010-05-01T13:05:00.000-07:002011-01-02T18:56:26.770-08:00Capítulo 3<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><u><br /></u></span></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_wtl7j7_L2HcFxChYdFym-wpMUv57RJ0ge-kBBWFapFlmmswfQnIT9FLMzxAmaHrIF7qSvHvF_A2aLogXZs2rQgMweeJa3HvVjKjOPQMhwXRbLRCG6l5y5bm1oFBXopfuSg4CBYAwlfuA/s320/Fear___don__t_know__by_leingad.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Recorrió las calles mal iluminadas.</div><div style="text-align: center;">Por lo menos podía moverse entre las sombras y escuchar. Era lo único que podía hacer y probablemente lo único que daría resultado. Los oficiales no eran precisamente silenciosos, sus ansias de llevar a alguien arrastrado del pelo (o de la piel) a su amo a cambio de una galleta no se disimulaban bien, además el sadismo que los caracterizaba hacía que su respiración se agitara y sus pisadas se hicieran más pesadas.</div><div style="text-align: center;">Su casa no estaba demasiado lejos, pero tenía que irse con cuidado. Deteniéndose en cada esquina, escuchando cada dos o tres pasos, siempre girando la cabeza para ver quien venía tras ella... Y aún con todo eso, seguía con una especie de risa atrancada en las comisuras de su boca. El peligro sólo hacía que las cosquillas continuaran expandiéndose por todo su cuerpo, apoderándose de todo lo que era.</div><div style="text-align: center;">Detuvo su recorrido tras un edificio de ladrillos no muy bien cuidado. Se recostó contra la pared y escuchó un momento: nada. Se agachó y abrió con dificultad un a tapa de alcantarillado. Se lanzó al negro agujero. No era muy hondo, sólo lo suficiente para que pudiera caminar completamente erguida.</div><div style="text-align: center;">Se quedó quieta otra vez... Estaba segura de haber visto las botas de una oficial asomándose en la esquina del frente. Tragó saliva. Claro... Las oficiales casi nunca patrullaban en la noche, pero si lo hacían eran tres veces más silenciosas que los hombres y por tanto un mayor problema.</div><div style="text-align: center;">Se mordió los labios mientras esperaba metida en tan poco acogedor agujero. Pudo escuchar los pasos cuando la oficial se acercó. Sí... No se había equivocado y ahora toda aquella huida iba a ser inútil. Pero la oficial pasó derecho, no notó el agujero abierto.</div><div style="text-align: center;">Cass aguardó un poco más y se empinó para tomar la tapa y cerrar sobre ella. La oscuridad se hizo implacable por unos momentos.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: center; ">Además de oscuro, estaba húmedo y olía mal. Detestaba tener que usar esa entrada, pero aquella noche no tenía de otra. Se tragó sus náuseas y esquivó una rata mientras continuaba su camino.</div><div style="text-align: center; ">No tuvo que andar mucho tiempo para hallar una nueva rejilla en la pared derecha del túnel. Casi vomitó cuando sus manos tocaron algo viscoso en la pared. De nuevo bloqueó sus sentidos por un momento y recuperó la calma. Arrastró su mano derecha por la pared húmeda, fría y resbaladiza hasta encontrar el asidero de la rejilla.</div><div style="text-align: center; ">Esta era bastante más pequeña que la tapa que había levantado en la calle. Tiró de ella sin usar demasiada fuerza y abrió con un chillido. El eco retumbó por todo el túnel. Algunas ratas más pasaron entre sus pies.</div><div style="text-align: center; ">Se restregó la mano contra el gabán y se metió en el agujero que había dejado la rejilla al abrirse. Era mucho más pequeño que en el que se encontraba, tuvo que meterse arrastrada y comenzar a gatear para poder avanzar.</div><div style="text-align: center; ">Luego de unos diez o doce pasos en la misma posición halló otra rejilla y la abrió de la misma manera. Una vez fuera del incómodo lugar tuvo que regresar a él para cerrar ambas rejillas. Resopló con asco y enfado. Pero aliviada.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVfV90DoQeg97nv7m-k90uUKwg39BAv5oZpPJyGOmBhTA5voQrSgk5Lp8O6tL5t5b4VAxuKxlrsjgoDIx-d3dqMIpDj71sihBY0yDxxx3fk513hsmHoc2gZMgmLQ0Cj58DjmZ1DFiKRFFr/s320/Secret_Passage_by_ructabundus.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Se recostó contra la fría pared para respirar un rato el aire de su laboratorio. Olía a químicos y desinfectante. No al conjunto de porquerías en descomposición de los alcantarillados del refugio.</div><div style="text-align: center; ">No pensaba en otra cosa que no fuera tomar un baño.</div><div style="text-align: center; ">Se alzó ayudándose del muro y encendió un interruptor. La luz tardó algo en encender y titiló un poco mientras las lámparas en el techo emitían un sonido efervescente. El cambio le lastimó los ojos, pero no tardaría mucho en acostumbrarse. Corrió un pequeño sillón de descanso para tapar la rejilla por la que había salido y se deshizo allí mismo de toda la ropa sucia que llevaba encima, se arrancó la peluca y se quitó los lentes de contacto casi haciéndose daño. Sólo quería lavarse por completo.</div><div style="text-align: center; ">Pero estaba demasiado cansada para ponerse de pie e ir hacia el otro extremo de la sala, meterse en la cabina transparente para duchas de emergencia y restregarse el alma hasta que le quedara transparente. Así que se dejó caer sobre las frías baldosas de su laboratorio, sintiendo su helado tacto como un retorno a la realidad, a <i>su</i> realidad.</div><div style="text-align: center; ">Giró la cabeza, dejando que algo de su cabello le cayera sobre la cara. Observó el laboratorio desde abajo, se sentía tranquila y en cierto modo repudiaba lo que había hecho con Esteban. Como sea... Se lo había ganado el solito por comportarse como un perfecto idiota y tratar de engañarla. Ella no estaba para perdonar esa clase de cosas. Las cosas se hacían a su manera o tenían consecuencias nefastas. Punto.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnqwEC7NDVLH6C6V4Kxhu2e0jWasdS6kApBevWH_EYGAj6vTBr4AfOJO0oAU6ugKdbK1ozUVX5rillkhnKyzDL0Nx5Fmz-r6LlB7sOZ8shtJbMCuDy5RkVZ56f7eM8vWpXGnOQCsZ7Cppo/s320/shower_by_dreamhater.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Pasado un rato volvió a ponerse en pie, bordeó la mesa central de su pequeño laboratorio y fue hacia la cabina para lavarse en caso de entrar en contacto con algún químico. Corrió la cortina de plástico, se metió dentro y abrió la llave.</div><div style="text-align: center; ">El agua estaba helada y golpeaba la cortina produciendo un ruido grave y amortiguado. La golpeaba con fuerza por ser a presión, casi le quemaba la piel... Aunque probablemente era eso lo que necesitaba.</div><div style="text-align: center; ">Se frotó la piel con demasiada fuerza, como tratando de mudarla. El agua le martillaba la cabeza, era como si el tañido de una campana mugrosa se esparciera por cada rincón de su cuerpo y retumbara, con fuerza, atacándola, llenando todo lo que era.</div><div style="text-align: center; ">Se agarró con una mano de la cortina, produciendo un sonido similar al de bolsas al estrecharse, mientras con la otra sostenía su cabeza desde la frente, agarrándose el cabello con fuerza. Las imágenes de esa noche se mezclaban en su mente: La espera, Esteban, sus manos, verlo retorcerse, risas, silencio. Se clavó las uñas con tanta fuerza que se hizo un par de heridas.</div><div style="text-align: center; ">Finalmente, cerró la llave y salió de la cabina.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Caminó hacia una serie de cajones a la izquierda de la cabina, sin importarle si dejaba un rastro de agua tras ella, y sacó una toalla, con la que se secó el cuerpo y que luego lanzó junto a la ropa sucia, al otro lado del laboratorio.</div><div style="text-align: center; ">Fue hacia un perchero a la derecha de la habitación para tomar una bata blanca y ponérsela más por costumbre que por necesidad. Aún así, su largo cabello hacía que algunas gotas heladas de agua bajaran ocasionalmente por su pecho y por su espalda, hasta sus pies, acariciándola y haciéndola temblar.</div><div style="text-align: center; ">Sabía que no iba a poder dormir, así que agarró la bolsita con las piezas para reparar su microscopio y se dejó caer en el suelo. No era tan difícil. Dejando, dos horas más tarde, sobre un escritorio a la derecha un destornillador y algunas otras herramientas, se levantó y estiró los brazos. Bostezó y miró el reloj que había sobre el escritorio. Cinco en punto.</div><div style="text-align: center; ">Tomó el microscopio y lo conectó, lo probó con un par de muestras y se sintió satisfecha.</div><div style="text-align: center; ">Regresó por la ropa y con una mano empujó un estante metálico lleno de soportes y libros que estaba a la izquierda, dejó al descubierto un agujero en la pared, suficientemente alto para que pasara caminando. La luz del laboratorio sólo dejaba ver el comienzo de unas escaleras.</div><div style="text-align: center; ">Cass apagó la luz y se metió por el agujero, corriendo de nuevo el estante tras ella. Subió sin problemas (diecisiete escaleras) y en la parte más alta tuvo que correr un par de abrigos para salir por la puerta del armario de la habitación de su hermanita.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFzEXNzXOkl14SQNa0tOCr2zUEmH51dU2XCSXdrjYcRj6ndpn0DbO9Ar-q0UaKo2AVz68o2hLAu_zSkS9R4d9sjuH31gLZKKTcu_63Y_WsiFYJtT2Ascuo1Y3bmRDNr2BAekP2hrhtmq0r/s320/blond_by_Gerridwen.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">La luz estaba apagada, pero en la mesita de noche había una lámpara pequeña que alumbraba, tenue, un cuerpecito dormido y arropado.</div><div style="text-align: center; ">Cassie acomodó la ropa en una silla y fue hacia la niña.</div><div style="text-align: center; ">Tenía una máscara de oxígeno que le suministraba una pequeña dosis de anestesia continuamente y la mantenía dormida, en su brazo izquierdo había un catéter que la conectaba a su única forma de alimentarse.</div><div style="text-align: center; ">La suave cobija café que la envolvía subía y bajaba con el ritmo acompasado de su respiración.</div><div style="text-align: center; ">Cassandra se arrodilló junto a ella y le levantó la capul para darle un beso en la frente.</div><div style="text-align: center; ">Miró con tristeza las correas que mantenían a Violeta estática y las esposas que le amarraban las muñecas al barandal de la cama.</div><div style="text-align: center; ">Tal vez su hermanita era lo único que le importaba realmente.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">-Violeta...</div><div style="text-align: center; "><i>La tomé de la muñeca y comencé a correr, ella no parecía poder continuar, así que la alcé en brazos, no pesaba mucho, no me retrasaba.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Corrí... ¿Cuánto habré corrido? Sólo me detuve cuando hube llegado a un edificio que no habían terminado de construir.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Me resguardé con ella de la lluvia que comenzaba a caer, como para limpiar el dolor que se alzaba en todas las calles de la ciudad.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Ella seguía sin reaccionar. Sólo estaba allí, de pie, mirándome con esos enormes y hermosos ojos verdes. No podía comprender como algo tan hermoso había podido contemplar una masacre tan horrible.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Me arrodillé y le corrí el cabello corto y rubio de la cara, le peiné la capul y le acomodé su diadema. Ella no hizo nada. Le limpié la sangre de su rostro y ella siguió sin hacer el menor movimiento.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Me vi reflejada en sus ojos, incapaz de sonreírle y darle ánimos, me vi incapaz de contener las lágrimas y me eché a llorar.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Y ella fue hacia mí y me abrazó, me dio un beso en la mejilla y me acarició la cabeza hasta que cesó mi llanto.</i></div><div style="text-align: center; "><i>-Duerme hermanita... No llores, ya ves que no estás sola.</i></div><div style="text-align: center; "><i>...No lloro, tengo tu dulce vocecita...</i></div><div style="text-align: center; ">-Déjame te cuido esta noche yo a ti.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Cass se sentó sobre una mecedora que había al lado de la cama de su hermana y le acarició la cabeza.</div><div style="text-align: center; "><i>-"Encima de la laguna..."</i></div><div style="text-align: center; ">Comenzó a susurrar una canción de cuna que su madre le había enseñado ya años atrás.</div><div style="text-align: center; ">Violeta era la razón de sus experimentos, la razón de que se arriesgara tanto, la razón de su doble vida... Pero, al final, la razón de que aún viviera.</div><div style="text-align: center; ">Miró con tristeza la mesita de noche, sobre la que había una bola que la mantendría imposibilitada para morder o morderse si volvía a darle una ataque. En el cajoncito, cerrado, había algunas jeringas con un anestésico poderoso, que esperaba sinceramente no tener que usar jamás.</div><div style="text-align: center; ">Sí... Su linda, tierna y pequeña Violeta tenía El Virus. Lo había cogido probablemente de sus padres la misma noche en que estos habían muerto y Cassie la había sacado de ese revoltijo de piel y sangre. Cassandra no se había contagiado y aún no lograba encontrar un porqué.</div><div style="text-align: center; ">Esa era la razón de tantos experimentos y problemas... Pero Cassie no iba a dejar que muriera la única persona por la que aún sentía algún aprecio.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnjeXgiExHQIDmrvMWSRe-UCo1ltbMPw3tO9Cf3MyauEnOQi1T65YCf9_QWjn2RulhIgOLm4luU8R-CIyzVNBESbLg5f2rRXcx2DPalrflZV9Yd-hraT9BZoIBCrr2EchH5ixiQjPtWxZE/s320/Round_Hospital_Room_by_bezzalair.png" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">El reloj de pared dio las seis y Cassie se levantó de la mecedora, le dio un beso en la frente a Violeta y apagó la luz de la mesa de noche.</div><div style="text-align: center; ">...</div><div style="text-align: center; ">Metió las manos en los bolsillos de la bata y se recostó contra la máquina expendedora de dulces. Miró por una de las pocas y pequeñas ventanas que había en el edificio. Llovía levemente y no había mucha gente allá en la calle, tres pisos abajo.</div><div style="text-align: center; ">-Te ves aburrida... ¿No te fue bien anoche?</div><div style="text-align: center; ">Cassie se sobresaltó y giró su cabeza, alarmada. Verónica estaba de pie frente a ella mirándola, sonriente, con la mano extendida, ofreciéndole un café con leche.</div><div style="text-align: center; ">Cassandra asintió, soltando un suspiro de alivio y aceptó el café.</div><div style="text-align: center; ">-Dentro de todo, me fue bien.</div><div style="text-align: center; ">-¿Quieres...?</div><div style="text-align: center; ">-No-. La cortó Cass de inmediato. Observó a Verónica casi con rabia. Se conocían desde la infancia y Cass estaba realmente agradecida de haber podido huir junto a ella y de trabajar en el mismo lugar. Confiaba en ella, pero en ocasiones era tan imprudente que habría preferido que tuviera la boca cosida.</div><div style="text-align: center; ">-Tranquilízate-, le dijo con una risita, -sólo iba a decirte que fuéramos a charlar un rato en algún sitio.</div><div style="text-align: center; ">Cassandra asintió y se frotó los ojos. Siguió a su amiga por un pasillo hasta una especie de sala de descanso que más parecía la sala de espera de un hospital.</div><div style="text-align: center; ">Había algunos sillones de cuero muy limpios, una mesita de cuatro puestos, sillas blancas de plástico con patas metálicas, y dos ventanas que la suave lluvia golpeaba.</div><div style="text-align: center; ">Una oficial las miraba desde una de las sillas blancas mientras bebía algo de una taza. Tenía las botas a medio abrochar y la correa de la falda sobre la mesita, con un taser en ella.</div><div style="text-align: center; ">-Buenos días-. Dijo Verónica con voz tranquila a la oficial y se sentó en uno de los sillones.</div><div style="text-align: center; ">Cass la saludó también con una sonrisa abierta y, por supuesto, hipócrita.</div><div style="text-align: center; ">-Que el Gobernante vele por ustedes-. Les respondió la pelinegra con una voz más gruesa de lo que cabía esperar por su menuda figura.</div><div style="text-align: center; ">-Y por usted también-. Respondieron las dos amigas al unísono.</div><div style="text-align: center; ">Todos en ese maldito refugio lo consideraban un dios. Un guía, una protección, el único pensante, la ley absoluta... Iagh... Era un pobre idiota. Un pobre y miserable idiota lo suficientemente rápido para haber tomado el control de la situación.</div><div style="text-align: center; ">La mujer siguió bebiendo de la taza, y cruzó las piernas para acomodarse un libro sobre ellas. Fingió leer mientras las miraba de reojo.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">-Cass, no te ves muy feliz.</div><div style="text-align: center; ">-No es nada importante... La casa se siente muy sola.</div><div style="text-align: center; ">Observó como Verónica bajaba la mirada, dejando atrás la expresión alegre y amable que solía tener. A fin de cuentas, la situación de su amiga no era mucho mejor que la suya.</div><div style="text-align: center; "><i>Verónica nos encontró a los tres días y entre ella y su hermano se encargaron de llevarnos a algún lugar, donde pudiéramos estar más seguras que bajo el techo de un parqueadero.</i></div><div style="text-align: center; "><i>El cabello castaño se le empapó y su paraguas rojo salió volando cuando se cargó a Violeta en los hombros y me dio la mano para caminar hacia el automóvil en el que nos esperaba Andrés.</i></div><div style="text-align: center; "><i>El camino al refugio no fue nada agradable.</i></div><div style="text-align: center; "><i>Del árbol en la entrada colgaban cadáveres de más suicidas y la lluvia no disminuía.</i></div><div style="text-align: center; ">-¿Quieres que te acompañe esta noche?</div><div style="text-align: center; ">Cassie se sintió un tanto alarmada al sentir los ojos de la oficial clavados sobre ella.</div><div style="text-align: center; ">Asintió con la cabeza y sonrió con dificultad. Verónica ya sonreía de nuevo.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsBX_d9ZcOXcl3pEY1zZ5wmKTycJxqBnqqj1fntYNcbmXYMAhgDQdkeDq2fTQBhRTWzBdciE3_Fkj-fwli2vQ0m5X9srBlmS1tumRvgCY_wP2ckyYxxTIJe5OYvuuzDQ5fiyjLjkoYGANN/s320/Dead_men___Dead_men____by_Ozas.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">La oficial puso la taza sobre la mesita con fuerza y se llevó la mano al oído. Su expresión estoica había cambiado a una de preocupación.</div><div style="text-align: center; ">Verónica y Cassandra se miraron con curiosidad, la respuesta llegó a ellas sin necesidad de pedirla.</div><div style="text-align: center; ">A la vez que la oficial se abrochaba las botas y se ponía de pie, acomodándose su boina verde y negra, una piedra quebró los vidrios de una de las ventanas y la algarabía de la calle llegó hasta ellas.</div><div style="text-align: center; ">La oficial corrió hacia la ventana rota y se asomó.</div><div style="text-align: center; ">-¡Carajo!</div><div style="text-align: center; ">Se retiro a tiempo de esquivar una segunda roca que entraba justo por el mismo sitio que la primera.</div><div style="text-align: center; ">El sonido de sus botas golpeando el piso retumbó en la habitación cuando salió corriendo asegurándose el taser a la falda.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxuXIk_fHVuPCZQE54nEaB3-siGH0zy08lcke9sIo6fAcBLnAsdj9diu8wQC-3ivqPScqUm9Vt6Tr4XrxzYyQKMBYJeFiwdjLOk8CDlg_v_I7bZcb-CLHb2KfqJj8mWnREmFhrkXcQNrRF/s320/__Revolution_Wallpaper___by_Jeevay.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; ">Cassie miró a Verónica y ambas se acercaron al vidrio quebrado para tener alguna visión del exterior.</div><div style="text-align: center; ">El olor característico de las bombas de humo caseras subía hasta el lugar. Había bastantes personas reunidas tres o cuatro grupos distintos, llevaban carteles con letras rojas y gritaban algo con ritmo que ninguna llegaba a entender del todo.</div><div style="text-align: center; ">Una voz amplificada se alzó sobre las demás.</div><div style="text-align: center; ">-Ratas de laboratorio, entreguen sus instalaciones. No más mentiras ni opresiones.</div><div style="text-align: center; ">Una pregunta comenzaba a formularse en la cabeza de Cassie: ¿Qué estaría cubriendo La Resistencia bajo todo ese alboroto?</div><div style="text-align: center; ">Se alejó de la ventana y sonrió divertida.</div></div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-8248731337401543852010-04-15T14:44:00.000-07:002011-01-02T18:57:37.442-08:00Capítulo 2<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><u><br /></u></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDv-hW9od9ynu750DXuVvj5UjL6VVDDV79kllytzeFYSepPe3Ycy_n9YwvblsLrPPJUEb6hCNkXsOvbAxhbobyB5-J-rGbLos2ev-N4sX4WmLH_E4z7Lw_mZuHBop-gyDNEgr8gXTApHe1/s1600/City_by_shesta713.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDv-hW9od9ynu750DXuVvj5UjL6VVDDV79kllytzeFYSepPe3Ycy_n9YwvblsLrPPJUEb6hCNkXsOvbAxhbobyB5-J-rGbLos2ev-N4sX4WmLH_E4z7Lw_mZuHBop-gyDNEgr8gXTApHe1/s320/City_by_shesta713.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5463400812359544834" /></a><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><u><br /></u></span></div><div style="text-align: center;">No había mucha gente en las calles. El toque de queda estaba a minutos de ser anunciado y Cassie no entendía por que tenían que hacer las cosas tan complicadas.</div><div style="text-align: center;">Llevaba un gabán negro que le cubría casi todo el cuerpo, unas gafas oscuras, una bufanda azul y unas botas altas. Hacía frío y no tenía deseo alguno de ser reconocida.</div><div style="text-align: center;">Diez minutos sentada en la misma banca mugrosa la estaban sacando de quicio... Pero no podía quejarse, el dueño del artículo era el dueño de las condiciones.</div><div style="text-align: center;">Cinco minutos más tarde, cuando se disponía a largarse a su casa, un hombre vestido meticulosamente se aproximó a ella y le tendió la mano. Cassie ocultó rápidamente su cara de exasperación y aceptó la mano que el hombre le ofrecía para ponerse de pie.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Caminaron en silencio un par de minutos. El hombre, que le había dicho se llamaba Esteban, volteaba a verla de vez en cuando y esto no la fastidiaba del todo. Sólo se habían visto antes un par de veces y habían hablado de negocios. Pero no era tan mal parecido. ¿Cuántos años tendría? Seis o siete más que ella, a lo sumo. Parecía estar próximo a cumplir los treinta, pero su forma de vestir demasiado sobria lo hacía parecer un poco mayor.</div><div style="text-align: center;">Los oficiales en sus uniformes negros y verdes que había en las esquinas los miraban con expresión indiferente, como si no los vieran. Pero otros, que caminaban por ahí, dejaban ver a la perfección sus ansias de encontrarlos aún caminando por las calles luego de que la bocina anunciara el toque de queda. Lo único que despertaban en Cass era desprecio.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Se detuvieron bajo una lámpara sucia y se abrazaron, fingiendo ser un par de enamorados que se susurraban dulces palabras al oído. Ambos sonreían y soltaban suspiros.</div><div style="text-align: center;">-¿Ya lo has conseguido? -. Susurró Cassie al oído del hombre con voz melosa y una sonrisa en su rostro.</div><div style="text-align: center;">-Mi pregunta es si ya tienes la paga -. Le respondió este mientras le acariciaba la cabeza con suavidad, enredando sus dedos en la peluca que escondía el cabello real de la muchacha. -Tomas demasiadas precauciones.</div><div style="text-align: center;">-Nunca serán suficientes. Desconfían hasta de su propia sombra -. Se apretó contra él, simulando tener frío para que él la abrazase por completo, así pudo meter su mano derecha al bolsillo de su gabán para sacar una pequeña bolsa. Luego fingió temblar mientras soltaba una risa tonta para meter las manos dentro del abrigo de él y comenzar a palpar para buscar un bolsillo.</div><div style="text-align: center;">-Vamos... Me haces pensar que quieres algo diferente... -Su voz era insinuante y Cassie sabía que no estaba fingiendo.</div><div style="text-align: center;">-Sabes que son sólo negocios -. Trataba de sonar seria e incluso enojada, pero la cercanía y el tiempo que llevaba sin hacer absolutamente nada con alguien más habían hecho que su sangre comenzara a hervir.</div><div style="text-align: center;">Él rió con suavidad mientras ella dejaba caer la bolsita en el bolsillo que a propósito se había tardado en encontrar.</div><div style="text-align: center;">-Como sea... Llegaste tarde, y vamos a tener que pasar la noche juntos de todas formas.</div><div style="text-align: center;">Se apretó contra él, disfrutando un momento del efecto que causaban sus palabras y el contacto entre ambos; se soltó con rapidez al ver acercarse a uno de los oficiales.</div><div style="text-align: center;">Su compañero se dio la vuelta y lo miró fijamente.</div><div style="text-align: center;">-Las demostraciones de afecto públicas no están bien recibidas.</div><div style="text-align: center;">Ni un saludo, ni un "perdonen", ni nada.</div><div style="text-align: center;">-Lo sentimos, señor, no va a suceder de nuevo.</div><div style="text-align: center;">El oficial agarró a Cassie por el codo, haciéndole algo de daño y la apartó de su compañero. Ésta no opuso resistencia, sabiendo que podía derivar de ello.</div><div style="text-align: center;">-Eso espero. Pero como un recordatorio, muñeca -: golpeó a Cassie en el rostro con el reverso de su mano y luego rió. -Váyanse a no ser que quieran estar fuera cuando dé comienzo.</div><div style="text-align: center;">Mientras bajaba sus ojos al piso y se llenaba de odio pudo ver como la boca de Esteban se curvaba en una pequeña sonrisa. Disfrutaba de ello. El vulgo disfrutaba de los golpes siempre que no estuvieran sufriéndolos ellos... Nadie hace nada por nadie.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIdr8svcRYVw4T3AFlBfBZp8zDQg1WDP4irKjz4aN1Xrae92lDwuFoZJ5tbF3phnDOH8u6Ghd2006KSxvU1S4fHwvVCC-PDz0Yc_kV3fqjO2-049fsyx5RSAF_xWZ3B_lZSSZFSTbh2Tfb/s320/Drugged_by_Hell2Knight.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><i>...La cabeza del oficial rodó por el suelo y la sangre salpicó a todos los que estaban cerca. Pudieron ver como rodaba para ir a parar en la parte baja de las escaleras del edificio del Gobernante.</i></div><div style="text-align: center;"><i>No lo veía, pero yo sabía que él estaba allí... Lo sabía. Y sabía que estaba comiéndose las uñas como un tonto lleno de miedo... ¿Acaso sería él el próximo?</i></div><div style="text-align: center;"><i>Idiota. ¡Paranoico absurdo!</i></div><div style="text-align: center;"><i>La mirada vacía del oficial que hay en el suelo te explica muy bien que pienso de ti y de tu estúpida forma de llevar la vida de todos... ¡¿No es cierto?!...</i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;">Pero las cosas no sucedieron así por mucho que Cassie viera las imágenes con total claridad en su cabeza. No... Porque no podría hacer algo así sin que los demás oficiales la mataran al instante. Tal vez ni podría llegar a su cuello con la navaja que tenía oculta en los bolsillos de su gabán, no podría nunca sentir la calidez de la sangre del idiota que le había dejado un par de moretones en el rostro y le había reventado la mejilla internamente. No. Tendría que conformarse con el sabor de su propia sangre invadiendo su boca.</div><div style="text-align: center;">Volvió al mundo y se percató que estaba sólo a una cuadra de distancia del oficial que le había dado una bofetada. Caminaba a paso rápido y Esteban la llevaba prácticamente a rastras.</div><div style="text-align: center;">-Cosas que hay que soportar. Siempre tendremos con lo que evadirlo más tarde, ¿no?</div><div style="text-align: center;">Cassie alzó el rostro y le dirigió una sonrisa completamente falsa. Sabía a que se refería con la evasión. A lo que ella le había dado de pago por las piezas de cambio de su microscopio. Drogas, pastillas tontas que embotaban los sentidos. Ella no las usaba, pero sabía como hacerlas... Había descubierto que eran una forma de pago fabulosa.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Giraron a la derecha un par de veces. Caminaban por una calle estrecha, no muy agradable a la vista. Había algunos animales merodeando y los gatos maullaban lastimeramente, rogando por algo de comer.</div><div style="text-align: center;">Un sonido metálico hizo que ambos se quedaran estáticos. Reconocían el "clic" del seguro de un arma al retirarse.</div><div style="text-align: center;">-Lo que tengan. Entréguenlo.</div><div style="text-align: center;">Un hombre les apuntaba con un arma desde atrás.</div><div style="text-align: center;">Esteban comenzó a girarse lentamente.</div><div style="text-align: center;">-Quieto. Déjelo todo en el piso y lárguese.</div><div style="text-align: center;">La voz del hombre no sonaba muy segura. Idiota. ¿Por qué había tantos imbéciles por ahí?</div><div style="text-align: center;">-Tranquilo... Ya lo dejo... Ya lo dejo...</div><div style="text-align: center;">Esteban se agachó poco a poco y Cassie lo miró antes de imitarlo.</div><div style="text-align: center;">-A la de tres.</div><div style="text-align: center;">-Cállense.</div><div style="text-align: center;">Cassie estaba a punto de estallar a carcajadas. Era realmente idiota, realmente idiota.</div><div style="text-align: center;">-Tres.</div><div style="text-align: center;">Cassie se dio la vuelta lo más rápido que pudo mientras sacaba su pistola. La amaba más que a muchas cosas que había tenido, incluso que a personas que había conocido.</div><div style="text-align: center;">Pero Esteban era más rápido que ella, y cuando Cassie iba a disparar, el hombre ya caía al suelo. El disparo de la pistola de Esteban había sido un ruido amortiguado, ahogado.</div><div style="text-align: center;">-¿Silenciador?</div><div style="text-align: center;">-Obligatorio.</div><div style="text-align: center;">Cassie asintió mientras sonreía, esta vez con sinceridad. Por lo menos alguien estaba consciente de la realidad.</div><div style="text-align: center;">Su compañero se dirigió hacia el cuerpo y luego de darle una que otra vuelta se decidió por no tocarlo y sólo dejarlo allí tirado, como la basura que era.</div><div style="text-align: center;">-Es una zona que no le interesa demasiado al gobierno... Los que viven aquí son poco más que escoria para ellos... Es un escondite excelente de la ley, pero algo peligroso como ves.</div><div style="text-align: center;">Cassie asintió mientras se ponía en pie y escuchaba la bocina que avisaba el comienzo del toque de queda.</div><div style="text-align: center;">-Mierda...</div><div style="text-align: center;">Que sea insignificante no quiere decir que no les agrade venir a abusar de los que están en las calles.</div><div style="text-align: center;">Corrió hacia ella y la tomó de la muñeca mientras buscaba algo en de su pantalón.</div><div style="text-align: center;">Las llaves hicieron un ruido tintineante al salir del bolsillo. Se detuvieron en una casa con las cortinas corridas y Esteban abrió lo más rápido que le permitía su nerviosismo. Cassie vigilaba a ambos lados de la calle. Un perro ladró y un gato salió corriendo frente a ellos.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVEeNvvB_HSQn8e31Czn45ZrnQOnaNjDjmm893Hz3uKkh780SW5_YMVmkstGpm68Ydl1S2k3u3TFR_ycfPcvI69Ia82haFqP6O9naVSW4C1RypFC2YRbOwq9kaMh_NKegR8yZyAjw0ISlR/s320/Drugged_Alley_by_Omega300m.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Él cerró la puerta tras ella y se dejó caer en una silla sucia.</div><div style="text-align: center;">Cassie miró con desconfianza el lugar. No tenía otro done pasar la noche. Pero eso parecía todo menos una casa.</div><div style="text-align: center;">Las paredes sucias y amarillentas, un televisor viejo, un sofá roto, una mesita de café manchada con un papel como soporte de una pata. Un pasillo con una puerta al final, cerrada. Un baño sin puerta, una cocina mugrosa y una nevera con dos cervezas, nada más.</div><div style="text-align: center;">Esteban se quitó el abrigo y lo puso sobre un perchero que había en el pasillo. Tenía una camisa negra, sencilla, con un bolsillo en el lado izquierdo del pecho.</div><div style="text-align: center;">-Vamos... Siéntete como en tu casa.</div><div style="text-align: center;">Definitivamente no se sentía como en su casa. Se resignó y se quitó el gabán, lo colgó sobre el abrigo de él.</div><div style="text-align: center;">Dió unos cuantos pasos en silencio, observando la enorme nada del apartamento. El timbre de un teléfono celular la sacó de su ensimismamiento.</div><div style="text-align: center;">-Disculpa. No tardo.</div><div style="text-align: center;">Él contestó y se dirigió hasta la puerta del fondo, se metió en la habitación.</div><div style="text-align: center;"><i>Regla N°1 de la supervivencia: no confíes en nadie.</i></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Se quitó sus botas en silencio y se deslizó lo más sigilosamente que pudo por el corredor sin luz hasta la puerta del fondo, por donde había desaparecido su compañero. No estaba cerrada por completo, una franja de luz amarilla salía de ahí, como tratando de escapar.</div><div style="text-align: center;">Se quedó muy quieta, recostada contra la pared izquierda, escuchando.</div><div style="text-align: center;"><i>-Sí, te aseguro que lo es.</i></div><div style="text-align: center;">La voz se oía amortiguada, pero si ella sabía hacer algo bien, era escuchar sin que la notaran.</div><div style="text-align: center;"><i>-La tengo conmigo. Sí. No, no sabe.</i></div><div style="text-align: center;">Hubo un silencio en el que Cassie contuvo la respiración; la conversación continuó.</div><div style="text-align: center;"><i>-No... No me habías prometido tan poco.</i></div><div style="text-align: center;">La voz de esteban sonaba exasperada.</div><div style="text-align: center;"><i>-Pidió equipos de reemplazo para un microscopio. ¡Claro que está haciendo ese tipo de investigaciones!</i></div><div style="text-align: center;">Se mordió los labios. Estaba en un problema de unas proporciones encantadoras.</div><div style="text-align: center;"><i>-Muy bien... Esa sí es la suma acordada. ¡¿Cómo que no la tienes aún?! Está bien... Pero sólo hasta las tres de la mañana, sería demasiado arriesgado más tarde.</i></div><div style="text-align: center;">Algunas risas que Cassie consideró de las más desagradables que alguna vez había escuchado se escaparon de la habitación, pisoteando la luz al salir.</div><div style="text-align: center;"><i>-Sí... De todas formas no está del todo mal.</i></div><div style="text-align: center;">De nuevo las risas.</div><div style="text-align: center;"><i>-Entonces la mantendré "ocupada" hasta que ustedes lleguen.</i></div><div style="text-align: center;">Esa era la señal para regresar a donde aquel traidor la había dejado antes de cometer tan imprudente acto.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Se sentó en el sofá y se agachó para que él pensara que acababa de sacarse las botas.</div><div style="text-align: center;">No había estado equivocada. Segundos después, Esteban estaba de pie frente a ella.</div><div style="text-align: center;">-Veo que te acomodaste.</div><div style="text-align: center;">Ella le sonrió y lo invitó a sentarse a su lado.</div><div style="text-align: center;">-Me parecía que quedarme con estas botas toda la noche no iba a ser muy cómodo.</div><div style="text-align: center;">Él no se sentó, si no que fue hacia la nevera y sacó de allí las dos cervezas, le ofreció una. Cass declinó el ofrecimiento, pero se puso de pie y fue hacia él con una sonrisa insinuante en los labios.</div><div style="text-align: center;">-Podríamos animarnos un poco más con esto...</div><div style="text-align: center;">Abrió la palma de su mano y reveló dos pequeñas píldoras azules.</div><div style="text-align: center;"><i>Consejo: no subestimes a tu presa.</i></div><div style="text-align: center;">Los ojos del hombre se abrieron más de lo usual, dejando ver un deseo profundo por lo que ella le ofrecía.</div><div style="text-align: center;">Cass cerró la mano y lo miró fijamente, aún conservaba la sonrisa bailándole en los labios.</div><div style="text-align: center;">-¿Dónde están los equipos?</div><div style="text-align: center;">Él abrió de nuevo la nevera, jalando la puerta con impaciencia, y dejó las cervezas dentro de nuevo a la vez que sacaba una bolsa de plástico negra. Ella examinó su contenido y sonrió complacida. Estaba lo que había pedido.</div><div style="text-align: center;">Le entregó una de las píldoras. Él la tomó de inmediato y la pasó con agua.</div><div style="text-align: center;">Cassie sonrió con cinismo y lo miró fijamente.</div><div style="text-align: center;">-Esta tarda un poco... Pero vale la pena.</div><div style="text-align: center;">Su voz era como un ronroneo, lo invitaba a darse libertades.</div><div style="text-align: center;">-Sé que no eres mala haciendo estas.</div><div style="text-align: center;">Esteban posó su mano sobre el hombro de Cassie y con la otra le acarició el cabello de nuevo.</div><div style="text-align: center;">-¿No vas a tomar la tuya?</div><div style="text-align: center;">Ella negó con la cabeza.</div><div style="text-align: center;">-Quiero estar consciente de lo que vamos a hacer.</div><div style="text-align: center;">Lo agarró de la camisa y lo jaló hacia ella para besarlo. Estaba a punto de explotar de la risa, pero tenía que contenerse.</div><div style="text-align: center;">Él respondió al beso de una forma casi frenética. La agarró con fuerza por la cintura y la apretó contra una de las paredes.</div><div style="text-align: center;">Los latidos del corazón de Cassie se aceleraron casi al instante. Llevaba meses sin estar con alguien, sentía una necesidad casi irreprimible de quitarle la camisa a mordiscos. Se contentó con clavarle las uñas bajo ella.</div><div style="text-align: center;">Él exhaló un suspiro y la agarró por la muñeca. La jaló hasta la habitación del fondo del pasillo. Ella no opuso resistencia.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwrIAeCbcN5a36G9ePp3MVFK-TXzbJ5elsgUtu4Jvg0bwMb6czBR18OJG2KO-O8MI4ckly7Yk4zFLKXAj8-JX_GvOLCX4Bh_QftP9Uqk2ntxRanJV-gBxLS0UdHR_pdHf9i6hUSGWBE5E7/s320/Shades_of_grey_by_The_Dancing_Queen.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Una cama con sábanas blancas, un a cobija azul doblada sobre una silla junto a la pared derecha, una ventana con las cortinas cerradas y nada más.</div><div style="text-align: center;">Él la besó de nuevo mientras la acariciaba bajo la camisa.</div><div style="text-align: center;">Cassie sintió el roce de los dedos y se estremeció, pero decidió que tenía que apurarse, antes de que la pastilla hiciera efecto. Comenzó a desabotonarle la camisa. Pero él parecía estar más impaciente que ella; jaló la camisa y reventó los tres últimos botones. Inmediatamente después, le quitó a Cassie la suya de un tirón.</div><div style="text-align: center;">Ella lo empujó hasta la cama y lo lanzó con algo de fuerza. Luego, subió y se acomodó sobre él, con las rodillas separadas, apoyadas una a cada lado, sobre la cama.</div><div style="text-align: center;">Le recorrió el pecho y el abdomen con las manos, no estaba nada mal, para nada mal. Él la miró de arriba a abajo, tampoco estaba mal, su cuerpo era esbelto y sus senos eran firmes, y para nada pequeños.</div><div style="text-align: center;">Cassie le clavó los dientes en el cuello y bajó, besándolo, hasta el borde del pantalón. Él la agarró por los hombros y le dio la vuelta para quedar sobre ella. Se desabrochó el pantalón y se lo quitó con rapidez. Hizo lo mismo con el de la chica mientras le recorría las piernas con besos afanosos.</div><div style="text-align: center;">Cassandra se estremeció y soltó un suspiro. Sentía el calor que se escapaba de su cuerpo, se nublaba su vista, pero su sentido del oído se hacía más agudo; podía escuchar el corazón de Esteban latir con fuerza, enviando sangre a todos los rincones de su cuerpo, subiendo la temperatura.</div><div style="text-align: center;">Él le quitó el sostén con los dientes. Las manos de Cassie le recorrían la espalda, deseando desgarrarle la carne. Era un momento extraño, la pasión y el odio que sentía se juntaban y hacían que sus uñas dejaran marcas rojas en la espalda del hombre que ahora dejaba descansar su peso sobre ella, aprisionándola contra la cama, dificultándole la respiración. Y eso sólo hacía de ella alguien más violento, menos racional.</div><div style="text-align: center;">El hombre soltó un quejido y la miró fijamente a los ojos.</div><div style="text-align: center;">-No tan fuerte, muñeca.</div><div style="text-align: center;"><i>Muñeca, muñeca, bofetada, risa, hipocresía, muñeca...</i></div><div style="text-align: center;"><i><br /></i></div><div style="text-align: center;">A la vez que Cassie dejaba caer las manos, laxas, a los lados de su cuerpo, Esteban se dejó caer junto a ella.</div><div style="text-align: center;">La ira en que se habían transformado su pasión y su odio al escuchar como él la llamaba muñeca invadió todo su cuerpo y le hizo cosquillas.</div><div style="text-align: center;">Mientras Esteban se ponía pálido y se arañaba la sien, presa de un fuerte dolor de cabeza, Cassie estallaba en carcajadas.</div><div style="text-align: center;">Se reía, histérica, acostada junto a él, con el sostén a medio quitar. Se reía mientras él se retorcía y no alcanzaba a mirarla con asombro o con odio.</div><div style="text-align: center;">Y ella aún se reía cuando se levantó de la cama y se abrochó el sostén. Aún se reía cuando le tomó el pulso a Esteban, comprobando que estaba muerto.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiF5nriWW-TGn_PpaSJCqOn78o2Vw-plq8j70AmGcVQ-8oBjw6wU0C-oFY895eq1Ni5hB6L-WXK_qlpvtbc2KdBlxzV0E4FGMz12ksEgspEGQD_hohY_xK94bjPSBp-L0uosocYmCUX0ZhY/s320/Poisonous_by_Metide.png" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Sonreía y tarareaba una canción mientras se arreglaba frente al espejo del baño.</div><div style="text-align: center;">Aún sin la camisa, pero con el jean ya en su lugar, se arreglaba el lacio, corto y negro cabello de su peluca mientras miraba sus brillantes ojos azules en el espejo. Bonitos lentes de contacto.</div><div style="text-align: center;">Salió del baño descalza y caminó hacia el perchero cerca de la puerta mientras se abotonaba la camisa. Dejó caer su gabán al suelo para buscar la bolsita que le había dado de paga al idiota que había cometido el error de tratar de engañarla.</div><div style="text-align: center;">Luego de ponerse las botas y el gabán, se dirigió de nuevo a la habitación mientras guardaba la bolsita en uno de sus bolsillos.</div><div style="text-align: center;">Él seguía tendido sobre la cama... Claro... ¿A dónde iba a ir un muerto?</div><div style="text-align: center;">Lo examinó superficialmente, la pastilla que le había dado tenía una toxina que le había aumentado el ritmo cardíaco y había debilitado las paredes de sus vasos sanguíneos. La presión en su cabeza se había hecho insufrible, probablemente se le habían reventado un par de capilares. El corazón no había soportado el ritmo y, finalmente, había terminado por detenerse, ya sin fuerzas.</div><div style="text-align: center;">Aún sabiendo esto, habiéndolas fabricado ella misma, Cassandra no esperaba que la pastilla actuara tan rápido. El recubrimiento debía tardar un poco más en deshacerse. Pero debía haberlo supuesto, ya que ella misma había contribuido a acelerar el efecto.</div><div style="text-align: center;">-Debería haberte sacado los ojos o algo así.</div><div style="text-align: center;">Lo miró de soslayo. Definitivamente esas cosas no le resultaban bien, nuevamente pasaría meses sin acercarse a alguien de esa manera.</div><div style="text-align: center;">Recogió la ropa del piso y la dobló, dejándola sobre el cuerpo que se enfriaba.</div><div style="text-align: center;">Se dio la vuelta y tomó la bolsa con las piezas para el microscopio. Miró su reloj. Dos y cuarto. Apagó todas las luces y salió por la puerta del frente. No había otra manera.</div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-71563537454843936342010-04-14T15:06:00.000-07:002010-04-15T14:42:25.594-07:00Carta de presentación<div style="text-align: center;">Ustedes ya me conocen, así que no me voy a extender en esta entrada.</div><div style="text-align: center;">Creé este blog específicamente para lo que estoy escribiendo ahora. Se titula "Cassandra".</div><div style="text-align: center;">Los capítulos no van a tener un tiempo determinado de publicación, así que por favor no me acosen respecto a eso...</div><div style="text-align: center;">Como sea, este blog es sólo para eso. Espero les agrade. Los comentarios son siempre bienvenidos.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Un abrazo, Ximena.</div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6914289768133933549.post-8567053956236365082010-04-11T11:59:00.000-07:002011-01-02T18:56:09.864-08:00Capítulo 1<div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><u><br /></u></span></div><div style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqCgSLzsUzEhScWfGMGFIuFlZLU5pvZA2LG0vRKjcstRRpZLdNi341z2MkF8ka1xLBsV_24KtAfatHj1UDCTZ63EmGFXE_eD7wwb4OJEJIWe97B2w05AeSRWDvR25jkwo-0CH1N9YaN0ZB/s1600/Insane_Asylum_II___Last_Breath_by_tegehel.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 256px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgqCgSLzsUzEhScWfGMGFIuFlZLU5pvZA2LG0vRKjcstRRpZLdNi341z2MkF8ka1xLBsV_24KtAfatHj1UDCTZ63EmGFXE_eD7wwb4OJEJIWe97B2w05AeSRWDvR25jkwo-0CH1N9YaN0ZB/s320/Insane_Asylum_II___Last_Breath_by_tegehel.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5460118700096975058" /></a></div><br /><div style="text-align: center;">"Los avances científicos van cada vez más adelantados, el descubrimiento de esto podría ser el mayor paso que haya dado la comunidad científica en los últimos tiempo... Podría revolucionar la forma de vida de la humanidad... Los gobiernos invierten millones de dólares en las investigaciones... Parece que se ha llegado a un punto muerto, no se tienen noticias recientes sobre las investigaciones, al parecer no van a continuarse..."</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Sí. Ja-ja.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">"El virus se ha esparcido por toda la ciudad, nadie sabe de donde a venido o como se contagia... Los síntomas comienzan con temblores y alucinaciones, parece que los animales no son afectados por el virus... Ha comenzado a expandirse a una velocidad vertiginosa, los pueblos vecinos han tenido que ser evacuados... No se ha logrado nada, ahora el virus ha comenzado en ciudades al otro lado del globo; se cierran los aeropuertos y terminales de transporte, el gobierno asegura que esta es la mejor medida de prevención..."</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Igual ya era mejor que se dieran por perdidos.</div><div style="text-align: center;">Quedamos muy pocos y estamos aislados, lo más lejos posible de lo que antes eran las ciudades más importantes del mundo.</div><div style="text-align: center;">El gobierno ha impuesto sus normas por los medios que se le han antojado y los que quedan abajo y aplastados no hacen nada... ¿Quién cometería una locura como oponerse, cuando está el riesgo de morir? Oh... Porque tampoco somos idiotas... Sabemos bien porque han prohibido las investigaciones científicas que no estén bajo su mano.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1dXmkRa2tf6guAUJzcN4KKmjLS50t9vqYcFozEFIX066RqsCCkQfPoztr6RRSfvPRuVxx_G9pGN7hsNq-kbBhZBED09LYdbThzuVK68bRPQeDDUeiMvrUNSocNdJUbNsAUna_1O9C1Cug/s320/A_Kind_Of_Chemestry____by_VERS12386.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Pero déjenme presentarme, supongo que deben estar algo perdidos.</div><div style="text-align: center;">Mi nombre es Cassandra. Nunca me ha gustado... A duras penas y he soportado el apodo con el que me llaman los que me conocen: Cassie.</div><div style="text-align: center;">¿Cuánto llevo padeciendo esta tortura que llaman "cuarentena necesaria"? Al rededor de unos cinco o seis años... Los que aún estamos vivos ya hemos perdido el sentido del tiempo.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Vamos a ponerlo todo en orden:</div><div style="text-align: center;"><div style="text-align: center; ">¿Qué es precisamente el virus?</div><div style="text-align: center; ">La verdad es que nadie lo sabe con precisión. Los que vimos algo, sólo vimos las muertes y fueron terribles. Era como si la persona necesitara desgarrarse a sí misma. Ellos mismos terminaban con sus vidas. En el peor momento de la infección era como ver suicidios en masa todos los días. Y eran los suicidios más grotescos que jamás se hubieran visto.</div><div style="text-align: center; ">Parecía que tenían una necesidad intensa de hacerse daño antes de terminar con sus vidas. Y no sólo a ellos, si no a quien estuviera lo suficientemente cerca para ser alcanzado antes de que los enfermos cayeran desangrados o se mutilaran alguna parte vital.</div><div style="text-align: center; ">El terror invadió las calles. El método de contagio no se pudo establecer con seguridad. Sólo se tenía una vaga idea de que era el contacto directo.</div><div style="text-align: center; ">Yo no puedo asegurar nada. Jamás toqué a uno de ellos. Ni a mis amigos, ni a mis padres, ni a mis compañeros de universidad. Sólo había que correr, huir, escapar e ir lo más lejos que pudieras. A un lugar aislado, con pocas personas.</div><div style="text-align: center; ">Así fue como llegué aquí. Huyendo. A veces me pregunto si no habría sido mejor quedarme y hacer algo. Pero ahora sólo es una pregunta. El remordimiento que supuestamente debería sentir y la melancolía por mis seres queridos se ha ido para dejar paso a la frialdad y a la indiferencia que hacen falta para sobrevivir ahora.</div><div style="text-align: center; "><br /></div><div style="text-align: center; "><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEji1UcvzHLkJZqAcskxYFtwR_gIwSJNxWuLPP04DpP8j94k52HIxfF2g2HtyaDGha-hNcps0WaeL1fIfjwXJ_JoBmMp08YY72gZZy23WWu42gYiYPseJjDPeHxqj-jlL__lBHKbuYlZTZGQ/s320/The_murder_case_in_Ohio_by_nyanko_chan.jpg" /></div><div style="text-align: center; "><br /></div></div><div style="text-align: center;">Vivo en el refugio 4, o así le decimos, realmente su nombre es Ciudad Cuarta del Nuevo Orden. Como puede deducirse es el cuarto refugio luego de pandemia que sufrió la humanidad hace unos años. Somos al rededor de nueve mil o diez mil personas dentro de una "ciudad" aislada. No crean... No es tan terrible una vez uno se acostumbra.... Quiero decir, después de todo en un principio éramos unas cien o doscientas; la verdad es que hemos ido prosperando lentamente.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">No me molesta mucho la vida aquí... Todo es tranquilo siempre y cuando hagas las cosas como debes hacerlas. Creo que ya les he mencionado que tenemos un gobierno bastante estricto. Yo digo que antes ellos fueron los científicos encargados de las investigaciones para retirar células madres de prácticamente cualquier cosa e implantarlas en seres humanos como un método de curación. Pero el poder corrompe, y seguramente descubrieron algo que podía ser utilizado como un arma... ¡Que felices iban a estar las potencias mundiales en ese entonces! Lo que no esperaban era que un grupo de científicos fuera más ambicioso que ellos... Pero bueno, esas son puras teorías conspiracionales y probablemente a estas alturas del paseo las cosas ya no sean así.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Pero volviendo a lo que les decía: el mando del 4 lo tiene a su cargo un hombre. Pero es un hombre sin rostro. Lo que a mi opinión es extraño, porque todo lo que alguna vez he leído acerca de la propaganda es que debe crear una imagen de adoración o de miedo, debe representar al gobernante... Pero yo no sé mucho de eso y la silueta que representa el gobernante en cualquier imagen sí que se te queda grabada en la cabeza.</div><div style="text-align: center;">De él conocemos dos cosas: su voz, que es ronca y profunda, casi como una tos, pero si la escuchas alguna vez sabrás que es la voz de alguien que ha perdido la razón y que nada evitará que deje atrás la idea de imponer su propósito, porque por él vive. ¿Su propósito? Dominar, matar, regir, jodernos la vida a todos... Yo que sé. Tal vez sólo sea que se cumplan sus caprichos.</div><div style="text-align: center;">Ah sí... Y la otra cosa es: su fuerza militar.</div><div style="text-align: center;">Escúchame bien lo que voy a decirte: ¿tú por qué no matas? Porque está mal, ¿no? Por un montón de principios éticos y morales que desde pequeñito te han metido en esa cabecita tan hermosa y aún tan inocente. Pero te pregunto algo: ¿que pasaría si vivieras en una sociedad sin moral y sin principios éticos de ese tipo? Ahí sí que matarías. Te lo juro. Cuando la supervivencia es lo único que cuenta y la ley es "si tú no jodes, te joden"... Entonces comienzas a ver las cosas desde un punto de vista diferente, más frío, más cínico.</div><div style="text-align: center;">Aquí todos cargamos con un arma. Con lo que sea. Incluso los que no atacan de buenas a primeras necesitan defenderse de quienes quieren atacarlos.</div><div style="text-align: center;">Además es una forma de brindarnos cierta seguridad imaginaria. La fuerza militar del Gobernante es algo con lo que nadie quiere tener que ver. Son más crueles que cualquiera de los habitantes del refugio 4, no tienen ninguna clase de remordimiento o piedad y van armados hasta los dientes.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzwXp4wpkHtCXCJfMEFkpL13WOHCVomGwmcpcBwHODnf8waHliXPwEaNxcwph66ULAprKhkKSMrPDwZbF8QEl0kjJm59AqvOxNg_vFhtLKiH1eY9ZfWaEbaNjXuRhaOsJWmTgowWKkEiiU/s320/Dictator_by_gpr117.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Aquí la tolerancia no existe. Salte de las normas y estarás seguro de que te enviarán al lugar de "reestructuración" (sólo es un nombre bonito para decir: lugar donde te lastiman física y psicológicamente, luego te lavan el cerebro, te hacen sentir culpable, te dejan como un cascarón vacío y te reinsertan a la sociedad), claro... si no es que te matan de buenas a primeras.</div><div style="text-align: center;">*Cosas prohibidas dentro de la Ciudad Cuarta del Nuevo Orden*</div><div style="text-align: center;">1. Soñar:</div><div style="text-align: center;">Jamás, jamás, pero jamás se te ocurra que puedes tener un futuro que no agrade al Estado. Aquí trabajar para lograr algo que quieres no sirve si no es de conveniencia del Gobernante.</div><div style="text-align: center;">2. Pensar:</div><div style="text-align: center;">Todos están condenados a ser unos cascarones vacíos. Tu mente es SU mente. Tener tus propias ideas NO está permitido. Haz lo que te digan, no critiques, no te quejes, no des ideas.</div><div style="text-align: center;">3. Libere expresión:</div><div style="text-align: center;">Puedes vestirte como te de la gana, sí. Incluso puedes pintar tu casa del color que quieras... Pero que nunca se te ocurra expresar algo que incite a las revueltas o que vaya en contra de las ideas y principios del Gobernador.</div><div style="text-align: center;">4. Iniciativa y autonomía:</div><div style="text-align: center;">No puedes iniciar ningún proyecto sin la autorización del Estado. No innoves. Las cosas están bien como ÉL las ha hecho para ti. Casarse, formar una familia, mudarse de hogar, entrar a alguna institución educativa y comenzar algún negocio, entre otras muchas cosas, también deben contar con la autorización del Estado.</div><div style="text-align: center;">5. 6. 7.....</div><div style="text-align: center;">Hay bastantes y no quiero ennumerarlas todas porque sería sumamente tedioso.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjx6unpsWao2h_A23Da4m6I1qqcQ-OpOAhwfQ8iR9deubcBSOXtiwEf1-pJE773Qmdqxk37xsod883aUM-D_KKuP23amfYwjaYlfsYHseqdlRUhlJwVlzFhgfI9vPlu6EKTkVPtm33_EcCk/s320/Anarchy_by_RoM_1.jpg" /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;">Otro punto importante es que, como en todo lugar, hay un grupo que se opone a este gobierno opresor. Es La Resistencia (que originales, ¿no?).</div><div style="text-align: center;">Personalmente los considero un grupo bastante latoso. Andan haciendo revueltas y causando escándalos. Terminan por forzar inspecciones, causar tumultos, hacer que impongan toques de queda y aumenten las prohibiciones. Claro... Todo lo hacen porque es importante ir en contra de un gobierno como ese y bla, bla, bla, bla....</div><div style="text-align: center;">Bueno, aunque debo admitir que no son del todo inútiles. No se confundan, no son una parranda de anarquistas que no saben que hacer. No. Lo cierto es que están bien organizados y entrenados, tienen unas armas preciosas y letales, e incluso he llegado a pensar que sus cabecillas son hasta inteligentes.</div><div style="text-align: center;">Por mucho que hagan, no creo que así vayan a lograr que nos soltemos de este régimen. Las cosas hay que hacerlas con cautela, con sutileza, con paciencia. Créanme, sé por que se los digo.</div><div style="text-align: center;">Y bueno, mientras ellos hacen revueltas, a mi me dejan en paz y puedo hacer lo que me gusta y lo que debo, así que por ese lado, no hay ningún problema.</div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"> Pero hay otra norma más que se me olvidó mencionarles y es importantísima, esta está bajo pena de muerte:</div><div style="text-align: center;">SE PROHIBE CUALQUIER TIPO DE INVESTIGACIÓN Y AVANCE TECNOLÓGICO, CIENTÍFICO Y, EN ESPECIAL, BIOLÓGICO.</div><div style="text-align: center;">Nuestro "queridísimo" Gobernante es paranoico a más no poder y teme que alguien vuelva a desarrollar un virus parecido al que acabó con casi toda la población mundial... Pero su temor no es ver morir, es que él pierda el poder.</div><div style="text-align: center;">Supongo que es por esto que ha prohibido todo tipo de investigaciones científicas que no estén bajo su tutela. Las que dice son para mejorar las medicinas en el par de hospitales que hay y para poder proveer a las farmacias de lo que necesitan.</div><div style="text-align: center;">Pero sé que no es así. Sé que sigue investigando sobre virus, quien sabe si por su simple curiosidad morbosa o porque sabe que los otros refugios hacen lo mismo y no quiere perder. Sea lo que sea, estoy segura de que es así. ¿Saben por qué estoy tan segura?</div><div style="text-align: center;">Porque yo trabajo para el Estado.</div>Ximena Soto Osoriohttp://www.blogger.com/profile/01866732053830889937noreply@blogger.com8